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Tratamiento de la mastitis en el vacuno lechero en los países nórdicos
Olav Osteras es veterinario consultor de Tine S.A., la mayor cooperativa noruega de productos lácteos, y analizó las consecuencias de la mastitis en la producción láctea. El análisis tuvo lugar en el marco de las IX Jornadas Técnicas de Vacuno de Leche, organizadas por Servet Talavera, en Talavera de la Reina, Toledo.
En el contexto del cambio climático, con una emisión de gases de efecto invernadero incrementada en un 18% en los últimos años, de los cuales el 14% pertenece al sector lácteo, Olav señala la necesidad de reducir estas emisiones. El experto indica que se ha registrado un incremento de la producción láctea y se han reducido un 11% las emisiones generadas por cada kg de leche producida.
“Tenemos que mejorar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero pero para ello tenemos que fijarnos en aspectos como la sostenibilidad, el bienestar animal y la reducción de antibióticos”, indica Olav Osteras.
Entre otros aspectos, una producción sostenible implica una reducción del uso de antibióticos, ya que su uso se refleja tanto en la contaminación que generan estos tratamientos, como en los gases invernadero derivados de la utilización de los mismos en afecciones como la mastitis.
En 2017, se realizó una encuesta a 120 ganaderos de 27 países para conocer el uso de los antibióticos en relación a la mastitis. El estudio reveló que existe una gran diferencia de procedimientos entre los países.
El 85% de los ganaderos utilizan terapias parenterales en el tratamiento de las mastitis, frente a un 7% que lo realiza tras identificar al patógeno. El 6% prefiere otras soluciones.
“Estos datos me hacen pensar que, pese a ser una de las enfermedades más importantes de la ganadería, aún no conocemos el tratamiento óptimo y necesitamos investigar al respecto”, concreta Osteras.
Suecia es uno de los países en los que se opta por tratamientos parenterales de 5 días de duración. En Noruega se realiza un tratamiento parenteral de 1 día y 4-5 días de tratamiento intramamario. En Dinamarca, donde la legislación obliga al tratamiento parenteral, este es seguido de 1 día de tratamiento intramamario.
La encuesta desveló también que se llevan a cabo terapias parenterales (en el 14% de las granjas) cuando se procede a secar a las vacas. La mayoría de las explotaciones utilizan terapias selectivas, y un 50% de ellas identifica al patógeno.
Según Olav Osteras, estos tratamientos de terapias de secado no llegan a transmitir mejor calidad al calostro ya que no llega al final del periodo seco, hecho que no ocurre con las vacas tratadas cuya leche se utiliza para alimentar terneras.
“Hay estudios en Suecia que demuestran que emplear esta leche aporta una mayor resistencia a las terneras en patógenos como E. Coli”, indica el veterinario.
Respecto al uso de antibióticos y su reducción, un 33% de los ganaderos opta por tratamientos de 1 día y el 19% realiza terapias durante 5 días. El tratamiento más empleado son las penicilinas, utilizadas por un 40% de los ganaderos.
“Si queremos reducir el uso de antibióticos en la granja tenemos que fijarnos en el número de días de tratamiento y en la terapia parenteral, pues hay una gran diferencia y es preciso saber si son o no necesarios”, argumenta el veterinario.
Según el experto, a la hora de tratar una mastitis severa o moderada, se puede reducir la duración del tratamiento según el patógeno, como en el caso de las mastitis producidas por Streptococcus, en las que suele bastar un tratamiento de 3 días.
En Europa, el 30% de los tratamientos médicos consumidos por el sector primario son utilizados por el sector bovino, y entre el 60-70% de ellos, para el tratamiento de la mastitis.
El tratamiento de la mastitis deja una menor producción, estimada por el veterinario en un 4-18% de media. Otro aspecto importante es el reemplazo de la ganadería, que suele suponer un coste importante e implica una mayor producción de gases de efecto invernadero. Es importante seleccionar los mejores animales a la hora de asegurar el reemplazo para conseguir reducir la prevalencia de mastitis.
El mantenimiento de animales con recuentos celulares altos repercute en el ciclo de vida de la leche. Con un recuento celular bajo, la leche tiene una vida útil de 21 días, pero si los recuentos se elevan, su utilidad se reduce a 14 días, además de la consecuente pérdida de calidad del producto.
PAÍSES NÓRDICOS
Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca e Islandia han conseguido reducir la incidencia de mastitis en un 70% durante los últimos 25 años.
Esta reducción de las mastitis conlleva la reducción del uso de antibóticos: “La clave es reducir la tasa de nuevas infecciones e incrementar la tasa de curaciones”, explica Olav Osteras. La receta que aconseja el veterinario se basa en un buen manejo y una buena inmunidad en el rebaño.
En Noruega, fue determinante el cambio de aptitud a la hora de establecer los tratamientos de esta patología.
A inicios de los años 90, el sector ganadero en Noruega empleaba en torno a 9 toneladas al año de antibióticos: “Comenzó a concienciarse tanto a ganaderos como veterinarios de tratar con antibiótico solo aquellas vacas que realmente tuviesen infección, ya que el resto no necesitan tratamiento”, concreta el veterinario.
Los veterinarios informaron de todos los tratamientos y crearon una base de datos para tener un registro oficial. Se contabilizaron los casos de mastitis clínicas registrados, los casos estimados, antibióticos utilizados y otros tratamientos empleados.
En el caso noruego, la Asociación de Vacuno de Leche empezó a recopilar información sobre los rebaños, en relación a la bacteriología en el tanque y por vaca, así como casos de mastitis que surgían y de los que informaban los veterinarios.
En este afán por contar con registros sobre la salud de los rebaños, se decidió incluir esta metodología y establecer comparaciones entre los distintos países. Durante los años 90, mientras Noruega y Suecia contaban con una incidencia de mastitis del 20%, en Noruega se contabilizaban 0,48 casos por vaca, y en Suecia 0,21.
“Comparar los resultados entre los diferentes países nos ayudó mucho a mejorar la salud de la ubre de nuestras vacas”, concreta el veterinario.
Así pues, al disponer de estos datos, comenzaron a fijarse en las medidas que aplicaba cada país y sus resultados. Uno caso significativo fue el de Finlandia, donde se produjo una reducción importante de los casos derivada de los cursos de técnicas de ordeño que se impartieron en el país, con los que mejoró el manejo y la detección de las infecciones.
Por otro lado, la terapia de secado selectivo es uno de los cambios introducidos en los países nórdicos, aunque difiere según la región. En Noruega, las terapias de secado estaban casi prohibidas para evitar la resistencia a los antibióticos, mientras en Suecia o Dinamarca llevaban años utilizándolas sin detectar resistencias.
Debido a esto, Noruega en los últimos años ha apostado por las terapias de secado selectivo tras la selección de los ejemplares, en base a la bacteriología y los recuentos de células somáticas.
En Suecia o Dinamarca el secado se utiliza si hay infección.
Finalmente, la mejora genética de las razas de producción es otro de los factores determinantes en la reducción de la mastitis. Se estima que el 30% de las reducción de las mastitis clínicas se debe a la eficiencia de los cruces con vacas noruegas. De esta manera, han conseguido incrementar la resistencia y la producción lechera.
El objetivo de estos países es lograr una tasa de incidencia que se sitúe en el 0,05 por vaca al año, y RCS en tanque por debajo de 100.000 células somáticas.
Fuente: campogalego.com , «Tratamiento de la mastitis en vacuno de leche en Noruega», «Los países nórdicos reducen en un 70% la incidencia de la mastitis: ¿Cómo lo lograron?», L.Martínez.
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