La medición de la producción individual de CO₂ puede ser una herramienta prometedora para distinguir la eficiencia alimentaria
- La utilidad del dióxido de carbono residual (RCO₂) como indicador de la eficiencia alimentaria.
- Los investigadores evaluaron la relación entre el RCO₂ y la ingesta residual de alimento (RFI) a mitad de lactación en una explotación lechera.
Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Wageningen University & Research, Animal Breeding and Genomics (WUR-ABG). El estudio fue presentado por István Fodor en la 45ª Conferencia Anual de la ICAR, celebrada en Montreal (Quebec, Canadá) entre el 30 de mayo y el 3 de junio de 2022.
Con el fin de confirmar la utilidad del dióxido de carbono residual (RCO₂) como indicador de la eficiencia alimentaria, los investigadores evaluaron la relación entre el RCO₂ y la ingesta residual de alimento (RFI) a mitad de lactación en una explotación lechera.
El concepto de RCO₂ es similar al índice de RFI, y utilizado como proxy (solo o en combinación con otros parámetros fácilmente disponibles), podría potencialmente permitir clasificar a las vacas en función de la eficiencia alimentaria. |
Aunque el concepto de RCO₂ se desarrolló originalmente utilizando datos de cámaras de respiración, el enfoque podría variar en las granjas, utilizando sensores con mediciones de dióxido de carbono altamente repetibles (por ejemplo, GreenFeed).
Beneficios de la eficiencia alimentaria a gran escala
Se prevé que la demanda mundial de leche y productos lácteos aumente en la próxima década. La mejora de la eficiencia alimentaria de las vacas lecheras tiene un gran potencial para reducir el impacto medioambiental de este crecimiento de varias maneras. No sólo se pueden reducir las necesidades de suelo para la producción de piensos, sino que la selección para mejorar la eficiencia alimentaria puede disminuir significativamente las emisiones de metano del ganado lechero.
Además, las vacas eficientes en la alimentación producen menos estiércol, lo que significa que se reduce la cantidad de metano y óxido nitroso que se libera a la atmósfera. Los ganaderos también se benefician de la mejora de la eficiencia alimentaria gracias a la reducción de los costes de alimentación, que representan más del cincuenta por ciento de los costes totales de la producción de leche.
Dióxido de carbono residual: una aproximación prometedora
Al analizar los datos recogidos durante una serie de experimentos realizados en el Campus Lechero de la Universidad e Investigación de Wageningen (WUR), los investigadores pudieron distinguir entre vacas eficientes e ineficientes desde el punto de vista alimentario, lo que confirma la utilidad del dióxido de carbono residual como indicador indirecto de la eficiencia alimentaria en las explotaciones lecheras. Sin embargo, para su uso futuro en la práctica, hay que tener cuidado al evaluar el RCO₂, dado que el balance energético de las vacas influye en el RCO₂.
Por ejemplo, las vacas con balance energético negativo utilizan las reservas de grasa corporal para sintetizar grasa láctea, proceso que no genera dióxido de carbono. En consecuencia, estas vacas pueden considerarse erróneamente eficientes.
Una posible solución podría ser realizar mediciones de dióxido de carbono a mitad de la lactación, cuando la probabilidad de que se produzca tal clasificación errónea es baja, o realizar un seguimiento del balance energético de los animales, por ejemplo, registrando rutinariamente los cambios en su condición corporal o en la composición de la leche.
Este estudio ha contado con el apoyo del proyecto LWV19143 de TKA Agri and Food y de los socios Melkveefonds y Connecterra. |
Referencias:
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