Cada año, 1.550 explotaciones de ganadería extensiva en España cierran

La Ganadería Extensiva en España está en peligro. Cada año, 1.550 explotaciones de ganadería extensiva en España cierran. COAG abordó los desafíos y soluciones en el Foro de Toledo

• La Ganadería Extensiva en España está en peligro. Desde 2006, España ha perdido 21.946 explotaciones de vaca nodriza y 6.132 de ovino de carne. Sin embargo, en el vacuno extensivo, el promedio de animales por explotación ha aumentado un 32%. El futuro de la ganadería extensiva gestionada por familias está en peligro.
• En el Foro de Diálogo de la Ganadería Extensiva, organizado por el Ministerio de Agricultura el 16 y 17 de mayo en Toledo, COAG exigió abordar la falta de precios e ingresos, la sanidad animal, los mataderos, la comercialización, el relevo generacional y el impacto del lobo y otros animales salvajes.

La organización agraria COAG se opuso firmemente a la imposición del veterinario de explotación y del plan sanitario integral en el Foro de Diálogo para la Ganadería Extensiva, organizado por el Ministerio de Agricultura los días 16 y 17 de mayo en Toledo.

Los ganaderos de COAG denunciarán en las mesas de trabajo la difícil situación de las pequeñas y medianas explotaciones ganaderas en extensivo debido a la falta de precios e ingresos, problemas de sanidad animal, mataderos y comercialización, el relevo generacional y el impacto del lobo y otros animales salvajes.

Cada año, 1.550 ganaderos en régimen extensivo cierran sus explotaciones. Desde 2006, España ha perdido 21.946 explotaciones de vaca nodriza y 6.132 de ovino de carne. Sin embargo, en el vacuno extensivo, el promedio de animales por explotación ha aumentado un 32%.

Las políticas públicas y estrategias comerciales de las grandes empresas empujan a la ganadería extensiva hacia una mayor dimensión y burocratización. Esto dificulta la adaptación de las pequeñas y medianas explotaciones, mayoritariamente familiares, a las nuevas exigencias y pone a toda la ganadería extensiva en la mira de los fondos de inversión. En relación a esto, los responsables de los sectores ganaderos de COAG exigirán las siguientes medidas en materia de rentabilidad, mercados y sanidad animal:

• Las condiciones particulares de los ganaderos en extensivo en nuestros territorios amenazan la rentabilidad de sus explotaciones, especialmente aquellas pequeñas y medianas, mayoritariamente familiares. La reducción de las ayudas de la PAC es un tema crucial, ya que son esenciales para garantizar la rentabilidad de este modelo de explotación.
• Rechazo a la imposición del Veterinario de Explotación y del Plan Integral Sanitario.
• La sanidad animal debe ser compatible con la ganadería extensiva. Es necesario flexibilizar la normativa estatal sin incumplir las exigencias internacionales y considerar el riesgo de transmisión de enfermedades desde la fauna silvestre y cinegética a la ganadería extensiva.
• Se deben recuperar las ayudas a las Asociaciones de Defensa Sanitaria (ADS) como alternativa a los veterinarios de explotación.
• Se debe facilitar la venta de productos desde las ganaderías en régimen extensivo, no sólo la venta de animales vivos. Una mayor flexibilización de requisitos para la producción y distribución de productos de ganadería extensiva en circuitos cortos de comercialización mejoraría la rentabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones, mayoritariamente familiares. Además, se debe recuperar la red de mataderos públicos municipales y crear una red pública de mataderos móviles para facilitar el acceso desde ganaderías de todo el país, reduciendo la dependencia de otros operadores y mejorando la comercialización de productos de ganadería extensiva en circuitos cortos.
• Las figuras de calidad (producción ecológica, DOPs o IGPs) no son suficientes para mejorar la rentabilidad de la ganadería extensiva. Muchos ganaderos se ven obligados a vender productos de alta calidad, amparados bajo estas figuras, a precios que no remuneran el esfuerzo invertido en su producción debido a una cadena de valor desigual que perjudica a los pequeños y medianos ganaderos.
• Es crucial que las Comunidades Autónomas y el Estado (a través de AICA) hagan cumplir la ley de cadena alimentaria. Se deben destinar más recursos económicos y humanos para esto, aumentar las actuaciones de control y sanción, y mejorar la coordinación entre las autoridades competentes.
• Solicitamos la suspensión de la inclusión del lobo en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (LESPRE).
• Rechazamos los acuerdos de libre comercio que perjudican especialmente a la ganadería extensiva al favorecer la entrada de productos de origen animal a precios que rompen el mercado y contribuyen a la destrucción del tejido productivo, como el acuerdo UE con Mercosur o con Nueva Zelanda en el caso del cordero.
• No existen políticas públicas que favorezcan el relevo generacional. Es necesario implementar medidas de acceso y acompañamiento en el sector (programas de acogida, rentabilidad, formación, acceso a la tierra y protección del suelo agrario para evitar el acaparamiento de tierras por fondos de inversión). Para garantizar el relevo generacional, se deben mejorar las condiciones de vida en los pueblos (acceso a vivienda, tierra, sanidad pública) y evitar la llegada de grandes infraestructuras y fondos de inversión.
• Se deben restaurar las antiguas tablas de conversión de UGM de la PAC (enfoque territorial). Las conversiones actuales fomentan la intensificación en el sector. Por ejemplo, en ovino-caprino, el valor de una cabeza (oveja/cabra) era 0,15 y ahora es 0,10, lo que obliga a incrementar un 33% la cabaña para mantener el mismo importe de ayuda PAC.