La Comisión de Agricultura chilena ha aprobado el proyecto donde se regula la categorización del concepto “carne”
- Con este proyecto se pretende prohibir catalogar bajo dicha denominación a un producto alimenticio que no sea de origen animal.
En la sesión, se aprobó un apartado que limita el uso de otros conceptos alimenticios. La nueva norma señala que las palabras hamburguesas, chorizos, salchichas, cecinas, entre otros, no pueden ser utilizadas para productos que tengan mayor proporción de productos de origen vegetal que cárnica.
Se rechazaron las siguientes indicaciones:
Artículo 105 undecies
De la diputada Veloso, para agregar a continuación del punto final, lo siguiente: “Se entenderá también como carne la parte mollar de la fruta, que está bajo la cáscara o el pellejo”.
Artículo 105 duodecies
Por la diputada Veloso, para agregar, a continuación del primer inciso, el siguiente texto: “También se comprenderá con la denominación de carne a la carne cultivada, la que comprende a toda carne animal auténtica que se produce en laboratorio cultivando directamente células animales. La carne cultivada en laboratorio se compone de los mismos tipos de células animales dispuestas en la misma o similar estructura que poseen los tejidos animales, replicando así los mismos perfiles sensoriales y nutricionales de la carne animal convencional.”.
Artículo 105 terdecies
De la diputada Riquelme, para agregar, en el inciso primero la siguiente frase final: “Esta prohibición no se aplicará a las diferentes elaboraciones culinarias de los productos de origen vegetal”.
Artículo nuevo.
Por la diputada Veloso, para agregar un artículo 105 quaterdecies:
Solo se autorizará catalogar como carne a aquellos productos de origen vegetal que especifiquen de forma clara y precisa su origen y composición en el etiquetado del producto, indicando además que no son productos de origen animal.
Los autores de la moción, señalan que, históricamente la carne ha sido uno de los principales alimentos consumidos por las personas en todo el mundo. Antes que las comunidades conocieran y aplicaran las técnicas de la agricultura, la caza y recolección eran los medios utilizados para que las familias recibieran los nutrientes necesarios para su subsistencia.
En resumen, prohíbe catalogar como carne a un producto que no sea de origen animal y que no cumpla con lo establecido en los artículos 105 bis y 105 ter. |
Seguidamente, destacan que, con el transcurso del tiempo y el asentamiento de las comunidades, el hombre pasó a desarrollar nuevas técnicas. Ya no sólo cazaban y se alimentaban de los distintos animales que encontraban, sino que desarrollaron técnicas e infraestructura para criar animales para su posterior consumo. Esto nos da cuenta de la importancia que ha tenido la carne y su consumo desde el inicio de los tiempos.
Todo lo anterior hace que la carne goce de gran prestigio, y las personas conozcan de los beneficios que trae su consumo, por el aporte en aminoácidos, proteínas, vitaminas, entre otros. |
Con todo, se ha intentado regular el mercado de la carne en todas sus etapas, es así como la legislación ha establecido una definición exacta de lo que debemos entender por carne. Sin embargo, se ha permitido que productos que no siendo de origen animal sean denominados como carne y se vendan como tal en nuestro mercado.
El Reglamento Sanitario de los Alimentos, dictado por el Ministerio de Salud, ha definido “con la denominación de carne se entiende la parte comestible de los músculos de los animales de abasto como bovinos, ovinos, porcinos, equinos, caprinos, camélidos, y de otras especies aptas para el consumo
humano”.
Es de importancia señalar que esta normativa no es respetada en la actualidad, y vemos como en innumerables supermercado, almacenes y páginas de internet del país se ofertan productos denominados como carne, aun cuando no proviene de ninguno de los animales indicados en la normativa, y más aún su origen es realmente vegetal.
Los autores de la moción prosiguen señalando que la situación anterior causa la confusión de muchos consumidores, que en innumerables casos creen que al adquirir el producto están adquiriendo proteína animal sólo de una nueva variedad que no conocían, como el caso de la mal denominada “carne de soja”, “carne de lentejas”, “carne de garbanzos” o “carne de quinoa” entre otros, y dan origen a productos propios derivados de la carne, tales como “hamburguesa de soja”, “hamburguesa de lentejas”, “hamburguesa de garbanzos”, “hamburguesa de quinoa”, y otros más.
La situación anterior causa gran perjuicio para la industria de producción de carne, y así ha sido denunciado, ya que un producto que no posee características similares a la carne animal se dice denominar carne.
Referencias:
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