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04 Abr 2022

¿Qué sabemos de los coccidios en rumiantes?

Parasitosis digestivas

Entre las diferentes enfermedades parasitarias que producen los protozoos, se pueden destacar tres con importancia veterinaria: coccidiosis, criptosporidiosis y giardiosis. Tanto los protozoos del género Eimeria como los del género Cryptosporidium son coccidios, pero el término coccidiosis se refiere comúnmente a las infecciones por Eimeria spp. y el término criptosporidiosis se guarda para la infección por Cryptosporidium igual que giardiosis se conoce como la enfermedad producida por Giardia spp.

En este artículo vamos a tratar concretamente con las enfermedades típicas de animales jóvenes de semanas o meses de edad en terneros, cabritos y corderos, las parasitosis digestivas. Estas suelen cursar con diarrea aguda y pueden provocar la muerte del animal. Esta mortalidad es elevada en ausencia de tratamientos con fármacos coccidiostáticos.

Etiología

Taxonómicamente, los principales agentes parasitarios de estas coccidiosis se muestran en el cuadro recogido por Enfermedades infecciosas: Manuales clínicos de veterinaria, donde podemos ver las espécies más frecuentes y se remarcan las de mayor patogenicidad.

Enfermedad (género)

HD

Especies

Coccidiosis (Eimeria)

Bovinos

E. zuernii, E. bovis, E. auburnensis, E. Alabamensis, E. bukidnonenses, E. cylindrica, E. canadensis, E. ellipsoidalis, E. pellita, E. subspherica, E. wyomingensis, E. brasilensis

Ovinos

E. crandallis, E. ahsata, E. faurei, E. intricata, E. ovinoidalis, E. pallida, E. parva, E. granulosa, E. marsica, E, bakuensis, E. weybridgensis

Caprinos

E. alijevi, E. caprina, E. ninakohlyakimovae, E. arloingi, E. christenseni, E. aspheronica, E. caprovina, E. hirci, E. jolchijevi

Al pertenecer al reino Protozoa, son todos organismos unicelulares, pero su tamaño, morfología, las formas evolutivas a lo largo de su ciclo biológico y su localización intra o extracelular o, si hablamos de rumiantes, como es el caso, dentro del sistema gastrointestinal, varían mucho entre sí.

Las especies que más aparecen en los análisis rutinarios de las heces son mayoritariamente especies del género Eimeria, género perteneciente a la familia Eimeriidae.

Las especies del género Eimeria son especies específicas de huésped, es decir, las especies de la cabra, la vaca y la oveja son diferentes entre sí.

No obstante, comparten ciertas características, como son la formación de ooquistes, formas de resistencia que aparecen en las heces, y que tienen diferencias según la especie.

La fase infectante es cuando forman ooquistes esporulados o infectantes. Solo los podremos observar en el microscopio si la muestra de heces es de hace varios días o semanas. Los ooquistes esporulados constan de 4 esporoquistes con 2 esporozoitos cada uno, con lo cual, obtendremos 8 esporozoitos, que serán los que tendrán la capacidad infectante.

Las que más destacan por su patología y por su frecuencia de presentación son:

– BOVINOS: Eimeria zuernii y E. bovis

– OVINOS: E. ovinoidalis y E. crandallis

– CAPRINOS: E. arloingi y E. ninakohlyakinovae

Epidemiología

Las coccidiosis son enfermedades parasitarias de amplia distribución geográfica y con prevalencia generalmente alta, aunque variable. En algunos casos se pueden ver afectadas el 100% de las explotaciones de una región.

Suelen afectar a animales jóvenes, des de las 3-4 semanas de vida hasta los 6 meses. Antes no se ven afectados por coccidiosis porque es el período de las diarreas neonatales. Cuando más joven es el animal, más grave será el cuadro clínico. A medida que van creciendo (a partir de los 6 meses de edad) y vayan teniendo contactos repetidos con el parásito, los cuadros clínicos pasan a ser menos sintomáticos o pasan desapercibidos, pero no quiere decir que se hagan inmunes.

La densidad de animales, muchas veces determinada por el sistema de explotación, también es un factor determinante: en las explotaciones intensivas, las coccidiosis son mucho más frecuentes y críticas, ya que favorecen el contacto y la diseminación al tener un espacio reducido y cerrado. Los adultos siguen eliminando ooquistes, aunque tengan un cuadro sintomático desapercibido. Sin embargo, es importante que mantengan cierta carga parasitaria, para poder desarrollar cierta resistencia al parásito.

Los ooquistes son muy resistentes al ambiente, sobre todo a las variaciones de temperatura (aunque su rango óptimo está entre los 18-27º) y a temperaturas extremas se detendrá, pero no morirá. Por otra parte, son más dependientes de la humedad, y si es elevada les proporciona un ambiente muy favorable para su desarrollo. Por ejemplo, en los graneros o pilas de paja, en las cuadras, que no se cambian muy a menudo y están húmedas. Es decir, la higiene es también un factor muy relevante a tener en cuenta.

Patogenia

La patogenia hace referencia a los mecanismos que explican por qué se dan las lesiones y signos de las enfermedades. Los factores de patogenicidad (características que le hacen ser patógeno) son los siguientes:

– Especie de coccidio: el género Eimeria consta de muchas especies diferentes, con lo que diferentes especies tendrán diferente grado de patogenicidad. En el caso de los rumiantes, las especies especialmente patógenas son E. bovis y E. zuernii. Si además, se dan combinaciones de diferentes especies, según sean, la parasitación será más o menos grave (si se da el caso de estas dos anteriores juntas, será la combinación más potente).

– Número de parásitos: dosis infectante.

– Localización: cada especie se multiplica en un área específica o zona más o menos extensa del intestino; a además, unas lo harán en el epitelio (la mayoría de los coccidios del género Eimeria), otras en la

submucosa (provocando daños vasculares) oa los endotelios de los vasos (causando lesiones hemorrágicas).

– Edad: determina que el animal haya tenido, o no, contactos previos con el parásito. Si es adulto, seguramente haya tenido repetidas infecciones, por lo que sus síntomas no serán tan graves.

– Estrés y deficiencias nutricionales: pueden empeorar el pronóstico.

– Infecciones concomitantes (víricas, bacterianas u otros parásitos): aprovechan el daño epitelial causado por otras infecciones existentes. Es el caso, por ejemplo, de Eimeria, que se aprovecha de la acción de las enterotoxemias (entre otras infecciones).

Los mecanismos que puede utilizar son:

– Acción irritativa.

– Acción inflamatoria.

– Destrucción celular.

– Alteración de la absorción.

 

Patogenia General de las Coccidiosis

Los esquizontes y gamontes rompen los enterocitos, por lo que, hay pérdida de células epiteliales y, por tanto, de vellosidades intestinales; atrofia del epitelio. Esta disminución de epitelio intestinal disminuye la superficie de absorción de nutrientes, por lo que se provoca una diarrea líquida que lleva a la deshidratación.

Con el fin de intentar compensar esta pérdida de superficie de absorción, se produce una hiperplasia de las criptas intestinales. Sin embargo, las células epiteliales resultarán con vellosidades inmaduras, que tendrán poca capacidad de absorción.

Si la atrofia de las vellosidades es muy acusada, puede perderse totalmente el epitelio y dejar al descubierto la submucosa. Este hecho favorece la invasión de oportunistas (como bacterias) que provocarán una necrosis y absorción de toxinas, con posible muerte; o si se instalan en los vasos, causar graves hemorragias y también llevar a la muerte.

COCCIDIOSIS BOVINA

Tal y como hemos dicho antes, las especies vacunas más patógenas del género Eimeria son: Eimeria bovis y Eimeria zuernii.

Cada especie tiene un lugar muy concreto de multiplicación en el intestino, aunque algunas tienen áreas más amplias, como es el caso de las dos especies anteriores, que se multiplican tanto en el intestino delgado como en el grueso.

Síntomas

La gravedad de los síntomas viene determinada por la combinación de los coccidios que infectan al animal.

Cuadro agudo

El cuadro agudo es de curso muy rápido, muy grave (sobre todo en jóvenes). Además, suelen prevalecer las especies más patógenas combinadas entre sí.

Se caracteriza sobre todo por diarrea líquida, que en ocasiones puede resultar sanguinolenta. También provoca tenesmo (dificultad por defecar), dolor abdominal, deshidratación, anemia, anorexia o adelgazamiento y fiebre, básicamente.

La mortalidad es muy variable, y puede ser causada por el agente etiológico en sí (mortalidad directa) o por infecciones secundarias (mortalidad indirecta).

En algunas publicaciones podemos encontrarnos con que se refieran a la coccidiosis bovina como “Coccidiosis nerviosa”, ya que hace unos años, durante épocas frías en Canadá, se vieron vacas afectadas por coccidios que presentaban cuadros nerviosos. Sin embargo, más tarde se realizaron estudios al respecto y no encontraron nada que los relacionara con los coccidios. En un principio no tiene sentido, puesto que los coccidios “no salen” del intestino.

Cuadro crónico

El cuadro crónico se caracteriza por ser menos grave, ocasionar menor mortalidad en general. Es típico de los animales adultos que ya han sufrido contacto con el parásito.

Se da una alternancia de heces normales y diarreicas, con ciertas pérdidas de rendimiento y peso.

Además, pueden cursar con cuadros subclínicos, que pasarán desapercibidos, pero continuarán infectando a otros animales.

Lesiones

Las lesiones más importantes se dan al ciego y al colon, siendo el más característico la Enteritis catarral generalizada (tripa delgada y gruesa). Esta puede ser, incluso, difteroide (con placas o costras de fibrina) o necrotizante (causar necrosis de la mucosa).

Se observará la pared intestinal engrosada (como consecuencia del edema y la infección), congestiva y edematosa. Puede haber contenido y lesiones hemorrágicas, incluso con coágulos. Además, pueden aparecer nódulos puntiformes blanquecinos, que corresponden a los focos de multiplicación de los coccidios (se pueden apreciar macroscópicamente en la superficie de la mucosa). Sin embargo, es una característica más marcada en las coccidiosis de los pequeños rumiantes.

COCCIDIOSIS DE LOS PEQUEÑOS RUMIANTES

Hace unos años pensaba que las mismas especies de Eimeria parasitaban ovejas y cabras. Actualmente, se ha demostrado que son muy huésped-específicas y que no pueden parasitar al otro animal.

ETIOLOGÍA – OVEJA

Las especies ovinas de Eimeria más patógenas son Eimeria crandallis y Eimeria ovinoidalis. Ambas se multiplican en el intestino delgado y grueso.

Las coccidiosis ovinas tienden a ser infecciones mixtas.

ETIOLOGÍA – CABRA

Las especies caprinas de Eimeria más patógenas son Eimeria arloingi, Eimeria christenseni y Eimeria ninakohlyakimovae (muy parecidas morfológicamente a E.crandallis).

SÍNTOMAS

Cuadro agudo

Los animales más susceptibles son los jóvenes. El cuadro agudo se caracteriza por heces blandas que evolucionan a diarrea líquida, amarillenta-verdosa y a veces con sangre y moco (pero menos común que en los terneros). También se caracteriza por tenesmo rectal, e incluso prolapso rectal, deshidratación, anorexia o adelgazamiento, anemia y fiebre.

La mortalidad (letalidad) puede alcanzar el 5-10%.

Cuadro crónico

El cuadro crónico es típico de animales adultos, que ya han sufrido varios contactos con el parásito, o aquellos que han sobrevivido a un cuadro agudo. Las diarreas son ligeras (a veces con hemorragia), el animal pierde vivacidad y rendimiento (pero no hay bajas).

LESIONES

La lesión más característica es la Enteritis catarral, a veces hemorrágica, que se da a en el intestino delgado y grueso. Se observan petequias, edema y engrosamiento de la pared, así como nódulos blanquecinos en la mucosa de 1-2 mm (que también corresponden al foco de multiplicación de los coccidios).

DIAGNÓSTICO

No hay signos patognomónicos, es decir, ningún específico de coccidiosis. El diagnóstico puede ser:

– Clínico o/+ epidemiológico.

– Laboratorial:

Antemortem: Corprología, es decir, detección de ooquistes en las heces mediante técnicas de flotación normalmente.

Postmortem (necropsia): mediante raspados de la mucosa, huellas e histopatología; hacer Diff-Quick y observar en el microscopio.

 

TRATAMIENTO

Existen numerosos fármacos anticoccidiostáticos que se han utilizado para reducir las pérdidas productivas de las coccidiosis en los rumiantes, pero ninguno es 100% eficaz utilizado como única medida.

    • Amprolium.
    • Sulfamidas: sulfaquinoxalina, sulfametazolina.
    • Zoalene.
    • Monensina.
    • Lasalocid.
    • Robenidina.
    • Salinomicina.
    • Diclazuril.
    • Toltrazuril.

PROFILAXIS

La prevención más indicada para las coccidiosis es prestar atención a las medidas higiénicas (limpieza y desinfección, haciendo una alternancia de productos para no crear resistencias) y a las medidas de manejo.

El desarrollo de vacunas en rumiantes para este tipo de parasitosis actualmente es muy limitado.

 


Fuente:

ulpgc

Manual de parasitología (Jaime Gállego Berenguer)

Enfermedades infecciosas: Manuales clínicos de veterinaria (Ignacio Garcia, Rafael Zafra)




 
 

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