Las características de la ubre y de los pezones en el ganado ovino puede afectar a:
- Facilidad de ordeño (ya sea manual o a máquina).
- Incidencia de enfermedades (mastitis).
- Niveles de producción (leche y carne).
En un principio, el estudio de la morfología de la ubre parece tener más interés para la producción láctea, aunque en los últimos años se está orientando también hacia la producción de carne.
Normalmente, se buscan ubres llenas, de forma esférica y profundas, como indicativas de buena producción de leche.
Pero las ubres demasiado profundas son más difíciles de ordeñar, más difíciles de acceder para los corderos y más propensas a lesiones.
La inserción de la ubre en el abdomen debe ser ancha y fuerte.
La ubicación y el ángulo adecuado de los pezones en los sistemas lecheros deben permitir un acceso fácil para realizar el ordeño mecánico, pero también tienen que poder acceder los corderos sin complicaciones.
En la producción de carne, la prioridad principal es permitir que los corderos puedan mamar fácilmente. El tamaño del pezón también hay que considerarlo, ya que si son demasiado grandes o demasiado pequeños pueden no ajustarse a la pezonera.
La evaluación de la morfología de la ubre se realiza mediante un sistema de puntuación lineal.
En la mayoría de esquemas sobre genética de ovino lechero, las características de la ubre más importante son:
- Profundidad de la ubre (o altura de la ubre): distancia entre la inserción posterior y la base de la ubre.
- Inserción de la ubre: perímetro de inserción en la pared abdominal.
- Ángulo del pezón: con respecto a la vertical.
- Longitud del pezón: desde su inserción en la glándula hasta su punta.
MASTITIS
Es la principal enfermedad asociada a la ubre.
Se han investigado las correlaciones entre el RCS y el tipo de ubre, demostrando que las ubres con buena morfología son menos propensas a sufrir mastitis subclínicas.
En la mejora genética del ovino lechero, la selección únicamente por cantidad de leche producida lleva a un empeoramiento de la morfología de la ubre.
Por eso es importante incluir los rasgos de morfología de la ubre en estos programas.
El impacto de una morfología desfavorable de la ubre puede ser sustancial en los sistemas lechero y cárnico.
Los problemas asociados incluyen una disminución en el rendimiento del ordeño, lesiones por cambios en la presión de ordeño o sobre-ordeño e infecciones.
En los sistemas de carne, si la ubre es deficiente afectará a la tasa de crecimiento y facilitará lesiones e infecciones en la ubre.
Es importante recordar que los caracteres morfológicos de la ubre son hereditarios y un déficit en su morfología puede afectar gravemente a la producción de leche, producción de corderos y aumentar las posibilidades de infecciones y problemas sanitarios.
Fuente: sheepnet.network.es