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La coccidiosis ovina es una enfermedad de distribución cosmopolita y de gran relevancia, tanto en granjas con sistemas extensivos como en granjas de estabulación. Sin embargo, es destacable la presencia de la enfermedad en explotaciones intensivas en las que los animales se mantienen en espacios reducidos en contacto con las heces.
El hacinamiento de los animales y las deficiencias higiénicas contribuyen a mantener la infección.
Por tanto, se trata de una de las parasitosis más frecuentes en el cebo intensivo de corderos, alcanzando una prevalencia próxima al 100% de las explotaciones y al 70% del colectivo.
Los corderos jóvenes menores de tres meses de edad son los más receptivos a la infección y pueden llegar a eliminar cantidades superiores a 100.000 ooquistes/g de heces. |
EIMERIA – UN PROTOZOO INSIDIOSO
La coccidiosis es una parasitosis producida por protozoos pertenecientes al género Eimeria que infecta a las células del epitelio intestinal. De las 16 especies de Eimeria que parasitan al ganado ovino, las más patógenas son:
E. ovinoidalis
E. crandalis
Cabe mencionar que la infección generalmente sucede de forma mixta, es decir, que en un cuadro de coccidiosis lo normal es que se vean implicadas varias especies, lo que determina la variabilidad en la patogenicidad y el cuadro clínico que acompaña al proceso.
La forma infectante es el ooquiste esporulado, produciéndose el contagio por vía oral. Una vez en el tracto digestivo, el ooquiste esporulado libera ocho esporozoítos (cuatro esporocistos con 2 esporozoítos cada uno) que invaden las células epiteliales del intestino delgado donde llevan a cabo varios ciclos de multiplicación asexual con la formación de merozoítos que infectan a enterocitos sanos.
Posteriormente, tiene lugar el ciclo de multiplicación sexual con la formación de microgametos y macrogametos para dar lugar al cigoto. Finalmente, la maduración del cigoto conduce a la formación del ooquiste no esporulado para su eliminación al medio a través de las heces.
La esporulación de los ooquistes tiene lugar en el medio externo al cabo de horas o de días, cuando existen condiciones favorables de humedad y temperatura. Los ooquistes tienen una elevada capacidad de supervivencia en el medio, lo que dificulta el control de la enfermedad. |
PREVENCIÓN DE LA COCCIDIOSIS
La mejor opción para minimizar los costes económicos asociados a la coccidiosis es adoptar un enfoque preventivo. Para ello, es necesario establecer medidas de control sanitario, de manejo y control terapéutico.
Medidas higiénico-sanitarias
Las medidas higiénico-sanitarias van encaminadas a evitar las fuentes de contagio, así como la esporulación de ooquistes en el medio. Algunas de estas medidas son:
Impedir el acceso de animales jóvenes a espacios ocupados previamente por adultos portadores o enfermos.
Realizar cambios frecuentes de la cama de los animales, evitando camas húmedas.
Realizar la limpieza frecuente de las explotaciones con productos antisépticos.
Evitar mezclar animales de explotaciones diferentes.
Evitar una densidad excesiva de animales.
Mantener un buen estado inmunitario de los animales: alimentación, vacunaciones, bienestar, etc.
Control terapéutico
Para el control terapéutico, actualmente es común el uso de coccidiostáticos a través del pienso o agua de bebida de modo profiláctico. Estos medicamentos tienen diferentes modos de acción y a veces se usan combinados:
Decoquinato: inhibición de la respiración mitocondrial del parásito
Sulfonamidas: inhibición de la síntesis de ácidos nucleicos, impidiendo la división celular del parásito
Amprolium: inhibición del consumo de tiamina
(Felice et al., 2021)
VENTAJAS
El decoquinato es capaz de disminuir en un 95% la eliminación de ooquistes, evitando la multiplicación del parásito desde las primeras etapas del ciclo parasitario. Las sulfamidas son eficaces en la segunda etapa del ciclo parasitario, ayudando a controlar los síntomas de diarrea específicos de la coccidiosis y ayudando a controlar las bacterias que favorecen otros procesos patológicos. |
INCONVENIENTES
Las especies de Eimeria responsables de la coccidiosis son capaces de desarrollar resistencias frente a todos los fármacos descritos. La formación de cepas resistentes se ve facilitada cuando se utilizan dosis bajas durante largos períodos de tiempo. El uso de fármacos tiene impacto en la cadena alimentaria y en el medioambiente. Por ello, existe la necesidad urgente de buscar principios activos caracterizados por su bajo riesgo para la salud del consumidor y el medioambiente. |
CONTROL DE LA COCCIDIOSIS MEDIANTE ADITIVOS NATURALES
El empleo de aditivos naturales para el control de la coccidiosis y la mejora de la eficiencia nutricional son alternativas a tener en cuenta.
En las últimas décadas se ha reforzado la investigación para tratar de encontrar alternativas viables a los métodos comúnmente utilizados contra la coccidiosis.
Aceites esenciales
La mayoría de los aceites esenciales son metabolitos secundarios de plantas cuyos componentes químicos activos son diversos. Un aceite esencial se define como la sustancia volátil con aroma y sabor que se obtiene de plantas a partir de un proceso físico (Martínez et al., 2015).
Entre los beneficios que tiene el uso de aceites esenciales en la alimentación animal se encuentran sus propiedades antimicrobianas, antioxidantes, antiparasitarias, antiinflamatorias, antidiarreicas y antimicóticas.
En el caso de los animales rumiantes, los aceites esenciales son capaces de modificar la fermentación ruminal, haciendo más aprovechables los nutrientes de los alimentos, mejorando la eficiencia de producción de leche y de carne en bovino, ovino y caprino, y obteniendo mayores ganancias de peso y mejores conversiones alimenticias (Moreno et al., 2009; Giannenas et al., 2011; Tager y Krause, 2011). |
Existen aceites esenciales en el mercado a los que se les atribuyen efectos coccidiostáticos, aunque con resultados inconsistentes en algunas ocasiones (Felici et al., 2021).
Numerosos estudios han reportado una reducción de la parasitación in vitro e in vivo con el uso de aceites esenciales y, en ocasiones, un efecto sinérgico (Remmal et al., 2011; Burt et al., 2013; Alnassan et al., 2015; Sidiropoulou et al., 2020).
Otros principios activos que han sido propuestos como alternativas prometedoras a los coccidiostáticos convencionales son el ácido maslínico y las saponinas.
Ácido maslínico
El ácido maslínico (2-α,3-β-dihidroxi-28-carboxiolean-12-eno) es un triterpeno pentacíclico presente en las hojas y frutos del árbol Olea europaea, comúnmente llamado olivo, cuyo origen es la cuenca del Mediterráneo, donde es endémico.
Este ácido se encuentra dentro de la fracción insaponificable de los componentes del olivo, entre los que se puede destacar también el ácido olenólico, otro triterpeno pentacíclico. Entre los componentes de la oliva, es en la piel donde más abunda esta sustancia.
En recientes publicaciones se ha demostrado que el ácido maslínico procedente del aceite de oliva posee capacidades antiparasitarias frente a Eimeria spp. (de Pablos et al., 2010; Rambozzi et al., 2016).
El ácido maslínico es capaz de inhibir la actividad enzimática de las serín-proteasas, unas enzimas fundamentales para protozoos del filo Apicomplexa, ya que son las encargadas de facilitar la invasión celular del hospedador.
Saponinas
Las saponinas son detergentes naturales con componentes polares y apolares. Cuentan con un núcleo liposoluble, que puede ser un esteroide o un triterpeno y una o más cadenas de restos polares, o solubles en agua.
Esta naturaleza anfipática les confiere la propiedad de poder introducir proteínas y otras moléculas a través de las membranas celulares.
Además, gracias a su excelente capacidad surfactante, se han utilizado en medicina tradicional para disolver trombos y reducir riesgo de ataque al corazón.
Entre todas las propiedades beneficiosas de las saponinas, cabe destacar que ciertos estudios han demostrado una capacidad antiprotozoaria, ya que son capaces de unirse al colesterol de las membranas celulares del protozoo ocasionando su muerte, lo que podría ser útil para combatir la coccidiosis (Cheeke et al., 2006). |
Además, se sabe que las saponinas son inmunoestimulantes, por lo que aumentan la resistencia a enfermedades (Cheeke et al., 2001), y tienen efectos antioxidantes (Piacente et al., 2004).
COCCITEC PLUS combina los efectos beneficiosos de subproductos de la aceituna, aceites esenciales encapsulados y saponinas que actúan en sinergismo, mejorando la salud e integridad intestinal en condiciones de infección por Eimeria spp.
La encapsulación de parte de los principios activos impide que los productos sean liberados y absorbidos por completo en niveles proximales del tracto gastrointestinal, lo que permite la llegada de las moléculas activas a las partes distales del tracto gastrointestinal donde son liberadas gracias a la acción de la lipasa pancreática. Esta es una condición indispensable para cualquier solución nutricional que tenga como objetivo mejorar la salud de la pared intestinal y actuar contra organismos patógenos albergados en porciones distales del intestino. COCCITEC PLUS optimiza el crecimiento bajo condiciones de desafío por coccidios y mejora la eficiencia digestiva, siendo una alternativa eficaz al empleo de vacunas y/o coccidiostáticos. La aplicación de COCCITEC PLUS en granja es sencilla, recomendándose su inclusión en el pienso a dosis en torno a 3-4 kg/tonelada, en función de la especie y del estado productivo de los animales. |
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