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AUTOR

Alejandra Valentín

Product Manager Trouw Nutrition Spain Sales Ruminiant

En los últimos años se ha visto una tendencia creciente a la atención que se muestra a la recría y a su cuidado en las ganaderías. Un acierto sin duda, ya que supone asegurar el futuro de nuestra explotación.

IMPORTANCIA DE LA PROGRAMACIÓN METABÓLICA

Las primeras semanas de vida de la recría tienen un gran impacto, no solo en el desarrollo de las terneras hasta el destete, sino durante toda la vida del animal. Es lo que se conoce como programación metabólica.

Srinivansan et al. (2002) define la programación metabólica como “adaptación temprana a un estímulo o estrés nutricional que cambia permanentemente la fisiología del organismo y su metabolismo, y continúa expresándose incluso en ausencia del estímulo/estrés que lo inició”, lo que implica que el desarrollo externo e interno de las terneras afecta al rendimiento productivo, fertilidad y longevidad en su fase adulta.

Como vemos, no solo la genética es clave para tener las mejores vacas, sino que la forma en la que potenciemos esa genética a través de la programación metabólica de la recría es también de vital importancia.

Junto con el encalostrado y el manejo, la nutrición de nuestras terneras es uno de los parámetros que más puede afectar, de manera positiva o negativa, a esa programación metabólica.

Una alimentación de excelente calidad y cantidad hasta, al menos, las 6 primeras semanas de vida, resulta en una programación metabólica positiva, con efectos beneficiosos en la gestión del metabolismo energético, lo que tiene resultados visibles con mejora de1,2,3:

La producción
La fertilidad
La capacidad de superación de los
periodos de transición con éxito

En estas primeras 6 semanas de vida, el principal sustento de una ternera es la leche.

Durante la fase de pre-rumiante, los sólidos de la leche o su sustituto son digeridos en el abomaso y el intestino.

La gotera esofágica se cierra permitiendo la entrada directa del alimento del esófago al abomaso sin pasar por el rumen1.

LAS CLAVES DE UNA LACTANCIA ÓPTIMA

La recomendación sobre la cantidad de leche por día que deben tomar las terneras y la duración de la lactancia ha evolucionado mucho a lo largo de los últimos años.

Los planos elevados de alimentación se han impuesto frente a la alimentación restringida a la que estaban sometidos los animales hasta ahora.

Este tipo de alimentación, que suministra más litros por día por ternera, es lo que las madres de forma natural harían con la recría, contribuyendo a activar la programación metabólica positiva.

De otra forma, mandaríamos a nuestras terneras un mensaje de restricción en cuanto a su desarrollo:

Si después a esos animales les exigimos un alto rendimiento, lo harán a expensas de su salud, y esto reducirá considerablemente la vida media de nuestras vacas.

Hemos pasado de dar aproximadamente el 10% del PV a dar el 20%, pero ¿es suficiente con únicamente aumentar la cantidad de litros que estábamos dando?

La respuesta es que NO. Es importante dar otro paso más en calidad, ya que conforme aumenta la cantidad de litros, la calidad del lactoreemplazante es incluso más importante. La pregunta es,

¿Cómo saber qué lactoreemplazante elegir?

Hasta ahora, la principal vara de medir que se ha utilizado para valorar la calidad de un lactoreemplazante ha sido el porcentaje de leche descremada que contiene.

La leche descremada es una materia prima que suele ser de buena calidad y nos asegura que un gran porcentaje del producto final lo sea. Sin embargo, solo una parte. ¿Qué hay del porcentaje restante del producto? En algunos casos puede ser más del 50% y es algo que no se está valorando de forma general.

Para valorar de una manera más rigurosa la calidad de los lactoreemplazantes, debemos evaluarlos a tres niveles:

Valor nutricional

El perfil de nutrientes del sustituto lácteo es lo que aparece en la etiqueta para indicarnos la cantidad (normalmente expresado en % o mg/kg) de los diferentes nutrientes, como proteína, grasa, fibra, etc. que contienen los lactoreemplazantes para cumplir con las necesidades de crecimiento y desarrollo de los animales.

En lo que respecta al perfil nutricional, si bien podemos encontrar diferencias entre lactoreemplazantes, no es tan determinante a la hora de valorarlo.

Un punto de partida para comenzar la valoración pueda ser la aparición de fibra en la etiqueta.

De por sí, la leche no tiene fibra, por lo que no es necesaria para alcanzar los niveles deseados de requerimientos. Si en la etiqueta aparece algo más de un 0,1% de fibra bruta, significa que se están utilizando materias primas que no son de origen lácteo, y esto, como veremos, puede acarrear patologías digestivas.

Origen y calidad de las materias primas

No solo es importante alcanzar los valores nutricionales deseados para el óptimo desarrollo, sino que la forma en la que aportamos los nutrientes tiene incluso mayor relevancia.

Dependiendo de las materias primas que utilicemos, la calidad y los procesos de control de estas, cambiaremos la digestibilidad y la capacidad que tiene el animal de aprovechar un nutriente.

Es aquí donde radica una de las grandes diferencias entre los diferentes tipos de lactoreemplazantes.

Lo primero que hay que entender es de dónde vienen las principales materias primas que se utilizan para la fabricación de un lacto-reemplazante (Figura 2).

Del total de la leche natural, solo un 13%, aproximadamente, es materia seca.

FABRICACIÓN DE MANTEQUILLA

Si la materia seca se descrema para la fabricación de mantequilla, se obtiene un producto denominado leche descremada.

Esta leche descremada, secada por un proceso de spray, es lo que se utiliza para darle el nombre al porcentaje de la leche.

Si se utiliza en un 50% en el producto, se llama “leche del 50”, si se utiliza en un 30%, se llama “leche del 30” y así sucesivamente.

FABRICACIÓN DE QUESO

Si los sólidos iniciales se destinan a la fabricación de queso, se utiliza tanto la grasa como la principal fuente de proteína de la leche, la caseína, obteniéndose suero lácteo, que es la base principal de las llamadas “leches 0”.

A continuación, veremos los principales nutrientes que debemos tener en cuenta y cuáles son sus fuentes.

  PROTEÍNA  

Los valores de proteína son muy importantes para el desarrollo de nuestras terneras.

La calidad de la proteína está condicionada por su digestibilidad y perfil de aminoácidos, que viene impuesta por la fuente que la aporta y que variará con la edad del animal.

En el caso concreto de los animales jóvenes, es importante si esta fuente es láctea o no, ya que estamos hablando de animales que, durante esta fase, están genéticamente adaptados para aprovechar al máximo los nutrientes que vienen de la leche.

Existen diferentes fuentes lácteas que nos pueden ayudar a aportar la proteína láctea que el animal necesita. Las principales son (Tabla 1):

Leche descremada
Lactosueros
Sueros deslactosados
Leche mazada

LECHE DESCREMADA

La leche descremada, resultante de retirar la parte grasa al sólido de la leche, tiene como principal fuente proteica la caseína que resulta fundamental para la formación del coágulo en el abomaso.

LACTOSUEROS Y SUEROS DESLACTOSADOS

En los sueros, resultantes de la elaboración del queso, la principal fuente proteica no es caseína, sino proteínas globulares. Estos sueros, pueden mantener la lactosa o no.

LECHE MAZADA

Otro tipo de aporte proteico lácteo podría ser la leche mazada, un subproducto del proceso de transformación de mantequilla. Sin embargo, al ser un subproducto, su composición es muy variable y no es recomendable su uso en grandes cantidades.

Las fuentes vegetales disponibles para aumentar los niveles proteicos en los lactoreemplazantes no son recomendables dado que la capacidad para digerir este tipo de proteínas no está del todo desarrollada en el animal, lo que puede conducir a un exceso de proteína en el tracto digestivo provocando diarreas1.

¿Cómo saber si se han usado materias primas vegetales para añadir proteína?

Además de encontrarse en los análisis de lactoreemplazantes, en ocasiones puede deducirse de la etiqueta si esta presenta más de un 0,1% de fibra bruta.

El valor añadido de la leche descremada: la coagulación

La fuente de proteína tiene impacto en el lugar de digestión del lactoreemplazante.

En el caso de animales jóvenes, la presencia de leche descremada es muy interesante por el aporte de proteína en forma de caseína, ya que es imprescindible para la formación del coágulo en el abomaso.

La fracción grasa de la leche formará parte de este coágulo, pero las proteínas del suero, la lactosa y las vitaminas y minerales solubles serán liberados lentamente a la porción líquida (suero) a medida que se contraiga.

Los componentes solubles pasan al intestino delgado dentro de las 2-3 primeras horas tras la toma, mientras que la proteína y la grasa inician su digestión más lenta en el abomaso.

Esto facilita, en gran medida, la digestión total del lactoreemplazante de forma paulatina para que se produzca una buena absorción de nutrientes debido a que disminuye la velocidad de paso por el tracto digestivo, evitando así el exceso de proteína y lípidos no digeridos en intestino que puedan provocar patologías digestivas.

Aunque, la presencia de leche descremada spray es fundamental en la digestión y salud de las primeras edades por su aporte de la caseína, un 20% de leche descremada spray aporta la suficiente cantidad de caseína para que ocurra esta coagulación.

Un lactoreemplazante sin contenido de leche descremada spray y, por ende, sin contenido en caseína, que no coagulará en el abomaso, no tiene por qué ser un problema para las terneras.

Siempre y cuando se aporte proteína de una fuente láctea y las materias primas que se utilicen presenten una alta digestibilidad, se producirá una buena digestión y absorción de la mayor parte de los nutrientes en abomaso e intestino delgado sin que lleguen a intestino grueso donde sí serían causa de patología digestiva.

  GRASA  

La grasa es la principal fuente de energía para el animal en las primeras edades. Si volvemos a fijarnos en la naturaleza, la leche entera de las madres contiene mayor cantidad de grasa que de proteína. Sin embargo, no es lo común en los lactoreemplazantes, que suelen aportar mayor porcentaje de proteína que de grasa y más lactosa que la leche entera de las madres.

Esto también está evolucionando y cada vez más podemos encontrar sustitutos lácteos más parecidos a la leche de las madres.

El aporte energético de los lactoreemplazantes en forma de grasa es uno de los condicionantes más importantes de la nutrición de las terneras. Por tanto, si el contenido en proteína en la dieta es similar a la leche de la madre y de buena calidad, la grasa es el componente que más importancia puede dar al lactoreemplazante.

La digestibilidad de la grasa viene marcada por:

La longitud y el grado de saturación de los ácidos grasos (perfil idóneo el que aparece en aceites de coco, palma y colza).

El tamaño del glóbulo graso, que debe ser lo más reducido posible.

El tamaño del glóbulo es más importante que el perfil de ácidos grasos, ya que interfiere no solo en el proceso de digestión, sino también en la apetecibilidad, enranciamiento y homogenización del sustituto lácteo.

Para conseguir todos estos beneficios, es muy importante seguir un proceso de fabricación y un método de incorporación exclusivos.

Proceso de fabricación

El proceso de fabricación de los lactoreemplazantes es el tercer factor diferenciador en lo que a la calidad del proceso en sí se refiere, pero, sobre todo, en la calidad de la homogeneización del producto. En este punto, interfieren sobre todo dos factores:

1. El tamaño del glóbulo graso

2. El tipo de mezclado (si se hace con materias primas en líquido o en seco)

En la Figura 3 se muestra cómo se vería un sustituto lácteo en el que no se ha reducido el tamaño graso y que se encuentra sin homogeneizar.

Si esta grasa, de unas 20 micras, se reduce a 2 micras, se obtiene un tamaño de grasa que es más parecido al tamaño de las diferentes partículas que la rodean y, por tanto, se consigue una mayor homogeneidad en el producto.

En cambio, sin este proceso de homogeneización, una vez formado el producto, la grasa quedaría rodeando a la proteína, impidiendo su correcta asimilación.

Este proceso de homogeneización conlleva a una serie de ventajas que se resumen en la Tabla 2:

La recría es un pilar fundamental en el futuro de nuestra ganadería. Es por ello de suma importancia dedicarle la mayor atención y elegir una nutrición de calidad que acompañe a nuestros animales, dándonos beneficios no solo en términos de rendimiento animal, sino también económicos.

BIBLIOGRAFIA
1. Drackley, J. K., B. C. Pollard, H. M. Dann, and J. A. Stamey. 2007. First-lactation milk production for cows fed control or intensified milk replacer programs as calves.

2. Soberon F, Raffrenato E, Everett RW and Van Amburgh ME. 2012. Preweaning milk replacer intake and effects on long-term productivity of dairy calves.

3. Raeth-Knight, M., H. Chester-Jones, S. Hayes, J. Linn, R. Larson, D. Ziegler, B. Ziegler, and N. Broadwater. 2009. Impact of conventional or intensive milk replacer programs on Holstein heifer performance through six months of age and during first lactation.

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