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20 Mar 2020

Condiciones ambientales y materiales de cama en terneras

El manejo de las condiciones ambientales y el material que se utilice en la cama son de importancia fundamental para el desarrollo de las terneras.

CONDICIONES AMBIENTALES

En base a estudios y a la bibliografía, está indicado que el rango termoneutral de una ternera recién nacida se encuentra entre los 10ºC y los 26ºC. Para los animales de 1 mes de vida, el rango se encuentra entre los 0ºC y los 23 ºC.

Estos rangos de temperaturas varían en función del tamaño, edad, raza, estado de nutrición y material de la cama que utilicemos.

El espacio donde resida la ternera debe proporcionar las condiciones adecuadas para que el animal se mantenga en su rango de temperaturas. Si se cumplen las condiciones, la ternera podrá destinar la energía a su crecimiento; si por el contrario, existe estrés térmico, parte de esta energía se destinará a mantener o disipar el calor.

El rango de temperaturas de mayor eficiencia, en términos de uso de la energía, se sitúa entre los 12ºC y los 18ºC, aunque los grandes cambios fisiológicos suceden cuando la temperatura sale del rango de los 5ºC a los 25ºC.

Las terneras jóvenes son especialmente sensibles al estrés térmico, debido a que su capacidad de termorregulación no está bien desarrollada.

Es igual de importante el estrés térmico por frío que por calor. Durante el verano hay que asegurar zonas de sombra, agua y orientar la cuadra para minimizar la exposición solar.

MATERIALES DE CAMA

Uno de los métodos más efectivos para reducir las pérdidas por calor es hacer las camas con paja. El hecho de que las terneras dispongan de cama suficiente para recogerse, permite crear una capa de aire caliente a su alrededor que les ayuda a mantener la temperatura corporal y evitar pérdidas por calor.

La paja es mejor aislante térmico que otros materiales como el serrín o la arena. Hay que asegurar un mínimo de 15 cm de profundidad de paja.

Al ofrecer paja como cama a las terneras, les permite hacer «nidos». El grado del «nido» es evaluable, y la mejor puntuación se obtiene cuando apenas se ven las patas de la ternera.

Un mayor grado de «nido» reduce la prevalencia de problemas respiratorios (Lago y col., 2006).

Las terneras pasan el 80% de su tiempo tumbadas, por lo que no se debe menospreciar la cantidad y tipo de cama utilizados. Por norma general, hay que evitar los suelos duros y mantener siempre seco el material de las camas.

 

Fuente: blog.especialistasennovillas.es, Javier Heras Sánchez.




 
 

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