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El prolapso uterino es una patología postparto poco frecuente en vacas, caracterizada por la eversión del útero a través del canal del parto, lo que expone el endometrio al ambiente externo1.
Aunque se han propuesto factores predisponentes al prolapso del útero2, sus mecanismos fisiopatológicos siguen siendo en gran parte desconocidos3.
Esta afección representa un desafío en la producción bovina, tanto por su impacto económico como por la necesidad de una intervención rápida para prevenir complicaciones graves como el shock o la septicemia1.
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EPIDEMIOLOGÍA DE LOS PROLAPSOS UTERINOS EN BOVINOS
La prevalencia de prolapsos uterinos en bovinos presenta una variabilidad significativa, con valores que oscilan entre el 0,3 % y el 1,2 %2,4-9.
En este sentido, se han documentado unas prevalencias medias del 0,6 % en el ganado vacuno, con mayor frecuencia de aparición en vacas nodrizas (1 %) que en vacas lecheras (0,6 %)7,8.
No obstante, existen otros autores que han observado que las mayores incidencias de prolapsos uterinos acontecen en vacas lecheras10-12.
Estas discrepancias subrayan la necesidad de estudios adicionales para precisar los determinantes de esta patología.
Factores predisponentes a prolapsos uterinos
Se sabe que el origen del prolapso uterino es multifactorial (Tabla 1)1,12:
Se estima que el 45 % de los casos están relacionados con problemas de distocia, con una mayor prevalencia en partos de terneros macho (60,7 %).
La hipocalcemia también ha sido identificada como un factor predisponente13,14.
Sin embargo, no se ha determinado con certeza si la atonía uterina es una consecuencia de la hipocalcemia o si, por el contrario, el prolapso uterino provoca hipocalcemia5,6,15,16.
A diferencia de los prolapsos vaginales, no se han identificado factores hereditarios asociados1,3,12.
Receta para un prolapso uterino
Se ha reportado que el prolapso uterino resulta de la combinación de atonía miometrial, la expansión del ligamento intercornual y la relajación de los tejidos perineales y perivaginales2.
Generalmente, ocurre en las primeras 24 horas postparto3,12, aunque se han descrito casos de prolapso del cuerno no grávido al final de la gestación1,17.
DIAGNÓSTICO DEL PROLAPSO UTERINO
El diagnóstico del prolapso uterino no presenta dificultad, ya que se caracteriza por la presencia de una gran masa rojiza con carúnculas prominentes a nivel de la vulva (Imagen 1).
Sin embargo, es fundamental evaluar posibles enfermedades concomitantes para establecer un pronóstico adecuado y elegir el tratamiento más apropiado.
Las opciones terapéuticas incluyen12,18:
Resolución manual
Histerectomía
Eutanasia en los casos más graves
1. Preparación previa a la reducción del prolapso uterino
Antes de proceder a la resolución del prolapso, se recomienda aplicar:
Sedación ligera (xilacina, 0,04-0,06 mg/kg IM o 0,02-0,03 mg/kg IV)20.
Anestesia epidural baja: la dosis de anestésico no debe ser muy alta para minimizar el riesgo de caída (1 mL/100 kg peso vivo de lidocaína al 2%)1,3.
De esta manera, se reducirán las contracciones uterinas, facilitando su manipulación e introducción en el interior de la cavidad pélvica12. |
2. Lavado, reducción de edema y reparación de lesiones uterinas
LAVADO
Una vez anestesiada e inmovilizada correctamente la vaca, se debe retirar la mayor cantidad de membranas fetales y lavar el endometrio con agua o suero fisiológico (Imagen 2). Además, colocar el útero en una bolsa con agua fría facilita su limpieza y reduce el edema.
Se aconseja aplicar lubricante obstétrico para facilitar su reintroducción3.
REDUCCIÓN DEL EDEMA
Para la reducción del edema, se puede aplicar un vendaje compresivo de distal a proximal durante 10 a 15 minutos.
A pesar de que materiales hipertónicos, como el azúcar, las sales o una solución de dextrosa al 50 % reducen eficazmente el edema uterino3,12, pueden dañar el endometrio22. Por ello, si se utilizan algunos de estos materiales, se recomienda limpiar y desinfectar el útero tras su aplicación1.
Otra alternativa es realizar un masaje manual durante la recolocación, utilizando un ungüento con propiedades lubricantes y emolientes23.
REPARACIÓN DE LESIONES
Si hubiese alguna lesión a nivel del útero, ésta se puede resolver mediante suturas continuas simples con catgut #312 o con suturas Reverdin en áreas extensas de tejido desvitalizado12.
Las laceraciones dorsales de 2–3 cm de profundidad no requieren sutura, ya que la involución uterina y la terapia con oxitocina suelen ser suficientes para su resolución21.
3. Resolución del prolapso uterino
REDUCCIÓN DEL EDEMA
La recolocación del útero se realiza aplicando presión en el cérvix y cuerpo uterino. Se recomienda mantener presión constante con ambos puños cerrados para dirigir el útero hacia la vagina.
El uso de guantes de horno o mitones previene lesiones uterinas1,3,12.
En úteros friables, se sugiere colocarlos en una bolsa de plástico o paño húmedo bajo compresión para reducir el riesgo de perforación, retirando el vendaje de manera secuencial durante la reducción del prolapso12.
Se puede emplear un probang, un bate de wiffle ball o una botella de 1,5L para completar la inversión del cuerno grávido.
Se recomienda poner agua tibia para facilitar la inversión completa de los cuernos uterinos, eliminando el exceso por sifonaje12.
Es fundamental garantizar el despliegue adecuado de los cuernos uterinos para prevenir la reversión o necrosis isquémica1,12.
Posición de la vaca
A Vaca en estación
La resolución es más efectiva cuando la vaca está de pie (Imagen 3), ya que ello12:
Facilita la alineación del útero con el canal de parto.
Reduce el riesgo de contaminación
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B Vaca en decúbito
Si la vaca está en decúbito lateral o según preferencia del operador, se pueden aplicar otros posicionamientos, como la técnica «Frog legged» (Imagen 4).
4. Tratamiento posterior a la resolución del prolapso uterino
Tras la resolución, se indica la administración de oxitocina por vía intramuscular para potenciar la involución uterina, aplicando:
A Dos dosis de 20-30 UI con un intervalo de 30 minutos3
B Una única dosis de 20-40 UI12
Aunque anteriormente se recomendaba la administración sistemática de antibióticos vía parenteral12, hoy en día solo se recomienda si el útero está gravemente dañado y/o contaminado3.
La colocación de suturas de retención en la vulva es controvertida12:
Si el útero responde a la oxitocina y la vaca se pone de pie, es poco probable la recidiva del prolapso, por lo que no se requiere sutura3.
En cambio, si la vaca permanece inmóvil y el tenesmo persiste, se indica colocar una sutura vulvar durante 24-48 horas, siendo la más común la sutura de Bühner (Imagen 5)1.
PRONÓSTICO DEL PROLAPSO UTERINO
El pronóstico del prolapso uterino es favorable1, dependiendo de una intervención temprana y la ausencia de enfermedades metabólicas o musculoesqueléticas concomitantes12.
Se aconseja reevaluar a la vaca dentro de las 12-24 horas tras la resolución1.
La tasa de supervivencia oscila entre el 70 % y el 80 %4,8,10,24,25, siendo mayor en nodrizas8.
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Entre las complicaciones más frecuentes que pueden aparecer tras un prolapso uterino, destacan1:
Si la vaca presenta tenesmo tras una resolución aparentemente normal, se recomienda hacer una ecografía del canal pélvico para detectar posible retroflexión de la vejiga tras la recolocación uterina12. |
CONCLUSIÓN
En conclusión, aunque la prevalencia media de los prolapsos uterinos en vacas es aproximadamente inferior al 1 %, esta patología tiene una relevancia clínica considerable, con importantes repercusiones económicas y en el bienestar animal.
A pesar de que este problema reproductivo está asociado mayoritariamente a distocias e hipocalcemias, aún existen lagunas en el conocimiento detallado sobre sus mecanismos fisiopatológicos, lo que dificulta la implementación de planes preventivos efectivos.
Además, las estrategias terapéuticas actuales presentan áreas de incertidumbre, evidenciadas en maniobras controvertidas como el uso de antibióticos de forma masiva o la aplicación de suturas de retención.
Es imperativo fomentar investigaciones futuras que optimicen el manejo clínico y mitiguen el impacto de esta emergencia obstétrica en el sector bovino.
Agradecimientos: Proyecto PID2023-152404OB-I00 y contrato (RYC2021-032245-I), financiado por MCIU/ AEI10.13039/501100011033 y FSE+.
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