Desarrollan una estrategia de fertilización para reducir la contaminación por nitrógeno del Mar Menor en un estudio en el que han participado investigadores del INIA-CSIC.
– Es un trabajo de colaboración realizado por un equipo internacional liderado por científicos españoles de la UPM y del INIA-CSIC.
– «Mediante un enfoque integrado muy innovador, y partiendo de diversos datos oficiales, los autores proponen posibles soluciones que, respetando el medio ambiente, apenas afecten al rendimiento de los cultivos».
Este trabajo, que se ha publicado en la revista Environmental Research Letters, adopta un enfoque integral al realizar un estudio de los flujos de N en todo el sistema agroalimentario murciano y combinarlo con un análisis geoespacial detallado de las localizaciones y cultivos donde se registran excesos de fertilización. En este análisis se incluye una dimensión histórica, con una estimación de los flujos de nutrientes en el periodo 1860-2018, y una exploración del sistema agrario a través de diferentes escalas espaciales (desde áreas de menos de 1 km2 hasta toda la región) y sistémicas (desde zonas de cultivo, pastos, zonas ganaderas o urbanas, hasta todo el sistema agroalimentario en su conjunto), llegando a la conclusión de que existe un desacoplamiento en el balance de N entre la parte agrícola y ganadera del sistema agroalimentario, lo que provoca un exceso de N en determinadas zonas que el sistema no puede asumir.
«Utilizando datos públicos oficiales hemos realizado un diagnóstico «a vista de pájaro» de la situación y hemos propuesto posibles soluciones respetuosas con el medio ambiente sin comprometer el rendimiento de los cultivos, siguiendo una metodología integral muy innovadora que puede aplicarse a otras regiones para reducir los impactos adversos debidos a un uso excesivo de fertilizantes nitrogenados, considerando no sólo los cultivos individuales sino los sistemas agroganadero y agroalimentario a escala regional», señala Sánchez-Gimeno.
Asimismo, otra conclusión importante del estudio es que es mejor concentrar los esfuerzos de reducción en cultivos concretos y en las zonas más problemáticas, en lugar de establecer reducciones genéricas. En este sentido, los autores recomiendan reducir los fertilizantes en los cultivos hortícolas y cítricos de regadío, ya que ocupan el 40% de la superficie cultivada y suponen el 67% del exceso de fertilización en la región, además de tener una presencia notable en zonas muy próximas al Mar Menor. Dicha solución, junto con la mejora de las prácticas y el aumento de la circularidad, está en línea con las estrategias de la Unión Europea.
Este trabajo se enmarca en el Proyecto Agroscena-UP de MCIU, PID2019-107972RB-I00 (IPs Alberto Sanz-Cobeña y Luis Lassaletta). Benjamín Sánchez fue cofinanciado además por el programa financiado por la Unión Europea EJP-SOIL, siendo coordinador científico de las actividades españolas relacionadas con este programa.
Fuente:
INIA-CSIC
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