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La inclusión de enzimas en las dietas de los rumiantes es una herramienta clave para optimizar su aprovechamiento, mejorando tanto la eficiencia como la eficacia. Además, ayuda a prevenir enfermedades metabólicas, lo que no solo beneficia la rentabilidad de las granjas, sino que también se posiciona como un pilar fundamental para su sostenibilidad.
Las enzimas son proteínas producidas por las células para catalizar reacciones químicas específicas.
En el ámbito de la alimentación y procesamiento de alimentos, la mayoría de las enzimas utilizadas son de origen microbiano, obteniéndose principalmente de:
Bacterias como Bacillus subtilis, Bacillus lentus, Bacillus amyloliquefaciens y Bacillus stearothermophilus.
Hongos como Trichoderma longibrachiatum, Aspergillus oryzae y Aspergillus niger.
Levaduras como Saccharomyces cerevisiae.
Las enzimas exógenas, aquellas que no pertenecen al sistema digestivo de los animales, se incorporan a las dietas con el objetivo de aumentar la eficiencia en el uso de nutrientes y eliminar factores antinutritivos. |
En la nutrición de monogástricos, su uso está ampliamente extendido, especialmente con fitasas y amilasas, que forman parte de prácticamente todos los piensos utilizados en sistemas intensivos.
Esto responde a la incapacidad de los monogástricos de producir ciertas enzimas necesarias para digerir algunos componentes de sus raciones, lo que hace que las enzimas exógenas sean indispensables para maximizar la digestibilidad.
En rumiantes, el contexto es más complejo debido a la presencia del rumen, un ecosistema único con una población microbiana que juega un papel crucial en la digestión inicial de los alimentos. Las enzimas producidas por la microbiota ruminal son responsables de la fermentación, ayudando en la digestión del almidón y la fibra. Sin embargo, estudios han demostrado que este proceso no siempre es eficiente, especialmente cuando se alimenta con granos de digestión lenta. Este aprovechamiento incompleto se debe a factores como: Las características del almidón. |
Para mejorar la degradación de fibras y almidones, la inclusión de enzimas exógenas en las dietas de bovinos lecheros y de carne resulta clave.
Estas enzimas aumentan la capacidad de extracción y absorción de nutrientes, mejorando la disponibilidad de los mismos y contribuyendo a una mayor eficiencia en la producción animal.
Estas enzimas catalizan procesos degradativos, transformando los sustratos en compuestos químicos que son aprovechados tanto por los microorganismos ruminales como por el animal. En este sentido, la digestión completa de estructuras complejas, como la pared celular de los forrajes o los granos de cereales, involucra un gran número de enzimas. |
En rumiantes, las enzimas pueden:
Tipos de enzimas según su acción en rumiantes:
Objetivos del uso de enzimas en rumiantes:
ENZIMAS FIBROLÍTICAS: POTENCIANDO LA EFICIENCIA RUMINAL
Para maximizar el potencial energético del forraje y alcanzar el máximo rendimiento productivo, es fundamental comprender qué
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