Alimentar al mundo: Una perspectiva lechera

La ganadería lechera en los Países Bajos se ha convertido en un tema de intenso debate, con opiniones muy divididas. Curiosamente, el congreso anual de la GDF, que se celebrará en Nueva Zelanda el próximo mes de marzo, no podría ser más oportuno. Ambos países son grandes exportadores de productos lácteos, cuentan con industrias lácteas robustas y aprovechan las condiciones climáticas favorables para la producción de leche.

Ad van Velde, presidente de Global Dairy farmers cuenta que «Como ganadero de los Países Bajos, he sido testigo de importantes avances en eficiencia y bienestar animal en nuestra explotación. Hemos logrado un menor uso de fertilizantes, reducido la dependencia de los antibióticos, mejorado la eficiencia de la mano de obra y afrontado otros muchos retos. De cara al futuro, soy optimista respecto a la próxima década y preveo avances aún mayores, como la producción climáticamente neutra, los cultivos forrajeros mejorados genéticamente y la conversión del estiércol en recursos valiosos. Es inspirador formar parte de este viaje, contribuyendo a la evolución de nuestra industria.»

Comparando a los Países Bajos con Nueva Zelanda, Máximo Torero, economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), destacó en diciembre el potencial de países como los Países Bajos, para contribuir significativamente al clima mediante el aumento de la producción de carne y lácteos para el mercado mundial.

Con una granja lechera que ha pertenecido a la familia de Velde durante generaciones y la siguiente generación ya involucrada, cree que «aunque Holanda no tenga la responsabilidad exclusiva de alimentar al mundo debido a su tamaño, es innegable que tiene un papel crucial que desempeñar, en particular en el sector lácteo. Es casi un imperativo moral para nuestro país y para nosotros como productores lácteos asumir y defender este papel.»