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«Hace tiempo que desde el colectivo de ganaderas de Ramaderes de Catalunya denunciamos la sobrecarga burocrática a la que nos vemos sometidas las pequeñas granjas y explotaciones ganaderas»
Hace unos años las Ramaderes de Catalunya elaboraron un mapa de la burocracia donde se recogía de forma bastante esquemática todo lo que la administración les pide para poder llevar a cabo su actividad. Pero han querido ir un paso más allá y, Ramaderes de Catalunya, han decidido que era necesario un documento donde exponer de forma extensa y ordenada el despropósito burocrático con el que se encuentra al iniciar una actividad y en el día a día de ésta. Porque, lejos de aligerar la carga burocrática, ésta se ha agravado, añadiendo nuevos trámites, declaraciones y obligaciones.
Éste no es un documento hecho por profesionales, sino elaborado entre horas de pasto, de corral, de tareas domésticas, de atender a personas a cargo. No se ha hecho a base de una amplia bibliografía, sino de sus propias experiencias y memoria. Es por ello que puede tener errores e imprecisiones, y que no es el único documento que tendrá que mirar si desea iniciar una actividad ganadera, pero sí pueden afirmar que es una recopilación de pasos burocráticos relacionados con todos los organos y departamentos y agencias que les regulan, que nunca, hasta ahora, habia hecho nadie, ninguna administración y ningún sindicato.
Ya nadie podrá decir que no tiene la imagen completa de la situación
Ningún técnico podrá pensar que lo que se les pide «no es para tanto» si ve, después, todos los requerimientos de todos los demás órganos. Antes de presentaros el documento, quieren precisar que, tanto el esquema de la burocracia, como las denuncias y propuestas posteriores, están únicamente relacionadas con pequeñas y medianas ganaderías, en extensivo y semiextensivo (o semiintensivo como gusta decir a la administración todas aquellas ganaderías que comen fuera pero duermen a cubierto), ya que en ningún caso tienen intención de facilitar y allanar el camino a la gran agroindustria.
En este documento que han elaborado se puede encontrar un esquema con los pasos burocráticos que se les pide al sector ganadero y pequeña industria alimentaria asociada a las explotaciones. Está estructurado en varios bloques, según orientación productiva, y cada uno de estos bloques está dividido en los pasos necesarios para el inicio de actividad, que se hacen una vez, y los que son periódicos por el mantenimiento de la actividad.
Han intentado cuantificar económicamente cada trámite que comportara tasas u otros costes, por tener una idea aproximada de lo mínimo que les cuesta económicamente la burocracia, por ejemplo la externalización de la DUN y la DAN anualmente suponen un coste de 1.310€.
«Durante la confección de este documento hemos ido compartiendo reflexiones, dudas, ya menudo la frustración que comporta tener que pasar cada vez más horas ante el ordenador en lugar de realizar el trabajo que realmente es importante, el de cuidar a nuestros animales y tierras.»
El primer bloque, el del “rebaño”, es común a todas las explotaciones. Sin embargo, los demás no lo son. Puede que una ganadera tenga también sala de deshacer, o no. Que produzca leche y la venda directamente, o que la elabore en una quesería. Cada caso supone unos trámites diferentes, y han intentado que todos estén representados.
A partir de este esquema han querido denunciar cuáles son las complicaciones asociadas, qué trámites creen innecesarios o duplicados, y esto se encontrará en el texto posterior.
Así pues, lo que presentan pretende ser una denuncia de cara a la administración, es un aviso para navegantes, una pequeña ayuda para iniciados, y también, por qué no, una guía para escuelas agrarias u otras entidades dedicadas a la formación en el sector primario.
«Se vende la digitalización como algo positivo, que debe facilitarnos el día a día. Y por determinados momentos y trámites está claro que puede ser positivo. Pero cuando es la única alternativa, entendiendo que en muchas zonas rurales el internet no llega en condiciones, esto complica el día a día.»
«Se nos hace imprescindible tener una buena conexión a Internet, ordenador con software actualizado, impresora y certificado digital. Cada vez los técnicos comarcales tienen menos margen para ayudarnos con el papeleo. Ya no pueden, por ejemplo, presentar las DUNs desde la oficina, creando así una mayor dependencia de las gestorías. Tampoco se puede solicitar en la Oficina Comarcal el pago de los planes de mejora, todo pasa por instancias genéricas y programas a menudo poco intuitivos.»
Y la consecuencia no sólo es más tiempo ante el ordenador sino la responsabilidad que comporta… «si tú lo haces mal, tú eres responsable. Ahora no sólo debemos saber llevar bien a nuestros animales, también los papeles. Y el lenguaje de las comunicaciones es a menudo complicado de interpretar. ¡Están comunicándose con campesinos y ganaderos, no con abogados y académicos!» Por otra parte, cuando se les requiere documentación, se suele poner plazos muy breves y, en cambio, a cada trámite que hacen, deben esperar respuesta de la administración, que puede tardar mucho o, incluso, no llegar nunca, no sabiendo así, la resolución de ciertos trámites o permisos.
Quizás se pregunte por qué se sienten tan afectadas e interpeladas Ramaderes de Catalunya con el tema de la burocracia. Pues porque la sobrecarga burocrática suele recaer en las mujeres, sobre todo en los proyectos familiares. Y el problema es que la perspectiva de futuro no es muy alentadora… más fiscalización, más obligaciones burocráticas y más aplicaciones (en unos meses el Cuaderno Integral de explotación, también digital, pasará a ser obligatorio en buena parte las explotaciones y el 2024 a todas).
Otro tema que afecta mucho a aquellas ganaderas que no son propietarias de la tierra que trabajan es que el permiso del propietario sea imprescindible por gran parte de los trámites que afectan al día a día de la granja. En el documento se ha detallado cuándo es necesario el permiso para evidenciar que a menudo sería del todo prescindible y facilitaría mucho el funcionamiento de las granjas.
El poder del propietario de la finca para decidir qué puedes o no puedes hacer es demasiado grande, hasta el punto de que pone en riesgo la viabilidad del proyecto cuando no existe una relación fluida. Consideran que, por ejemplo, no debería ser necesaria su autorización para ganado de autoconsumo, o para añadir al libro ganado “similar” (ejemplo, ovejas si ya tienes cabras, o yeguas si ya tienes vacas), o por pequeñas obras que no son estructurales (refrigeración de cámaras, aberturas por iluminación natural o ventilación en el corral, instalación de placas fotovoltaicas…), lo que hace que no puedan acceder a ayudas por estas mejoras.
Y saliendo ya del tema de la propiedad y volviendo a la gestión pura y dura de la granja, se encuentran con que a los dos años de no declarar individuos de una especie en el censo, se da de baja esta especie en el libro de explotación , así, si alguna vez quieres volver a incorporar, es necesario volver a realizar todos los trámites (sí, incluida la firma del propietario) aunque ni la superficie ni instalaciones hayan cambiado.
En cuanto a las inspecciones de sanidad, los requerimientos dependen mucho del inspector que te toque segun nos cuentan, algunos van más allá de la normativa y, si no la conoces, acabas gastando mucho dinero en cumplir sus «caprichos».
Un ejemplo que explican es que en explotaciones con rebaño propio, según la Guía de Buenas Prácticas, apuntando todos los tratamientos en el libro de explotación es suficiente. Pero hay inspectores que te obligan a tener un test, que vale más de 100 €, y que no lo utilizarás más de un par de veces.
Todos los trámites pueden variar según el Ayuntamiento (los de competencia municipal se entiende), y las características y tamaño de la actividad, pero en general, han apuntado los mínimos.
Hay trámites duplicados en ciertos blogs: por ejemplo, licencia actividad está en leche y quesería, pero si haces quesería de entrada, te ahorras el de la leche. También hay trámites que están tan sólo en uno de los dos apartados (leche), pero con quesería también debes hacer como productor de leche; por ejemplo, la letra Q, o la declaración anual lechera.
Otros trámites que consideran duplicados son los siguientes:
• GTR y Libro Explotación (según especie es necesario tener los dos)
• RSIPAC y RIAAC
• Censo, si llevas el GTR actualizado
Tienen claro que es necesario llevar un control y que alguno de los registros y papeles que exige la administración son necesarios. Pero también creen, estan convencidas, que muchos de los trámites son innecesarios y completamente prescindibles, al menos en granjas de talla pequeña.
Algunos ejemplos más:
• DAN en semiextensivo y pequeña capacidad (anexo III). También DAN en casos en que las deyecciones van a la propia finca y cultivos, y en caso de que no sean purines sino estiércol. Además, los cálculos de las deyecciones no están adaptados a la producción extensiva ni ecológica.
• Plan anual de muestras de la letra Q
• Declaración de leche producida en la granja (cuando toda la leche se elabora en la propia quesería y ya se declara en la quesería).
¿Y CÓMO SE PUEDEN SOLUCIONAR PARTE DE TODOS ESTOS DOLORES DE CABEZA DERIVADOS DE LA SOBRECARGA BUROCRÁTICA?
En el documento enumeran una serie de propuestas que piensan que pueden aliviar un poco esta situación:
1-Teniendo en cuenta que vivimos en la época de internet, sería factible tener un único expediente donde ir vertiendo toda la documentación que te van pidiendo, y que la puedan consultar desde todos los departamentos implicados por no tener que presentarla 30 veces.
2-Es necesaria una legislación específica para obradores/queserías de pequeña capacidad que se adapte más a la realidad de los pequeños elaboradores/obradores (especialmente aquellos que no sólo transforman sino que también son pequeños ganaderos).
3-Hay que hacer posible que los obradores y queserías funcionen sólo con prerrequisitos y no APPCC, y limitar la gran mayoría de controles documentales excesivos (registros de diversos tipos. Sólo apuntar/registrar anomalías p.ej. en temperaturas, proveedores, limpieza, mantenimiento , control de plagas etc.).
4-Que se permita que instalaciones con registro de carnicería u obradores en los que se rebaje los requisitos actuales de control puedan vender a colectividades y comercios.
5-Exenciones de tasas para toda aquella gente que cierra ciclos en la misma explotación haciendo producción y elaboración.
6-Facilidad para realizar instalaciones ganaderas pequeñas. Sólo aplicar el régimen de comunicación, no tener que aportar proyecto, no pagar tasas.
7-Flexibilización de la necesidad de tratamiento del agua si no se detectan contaminantes.
8-Eliminar la necesidad del contrato de tratamiento de residuo.
9-Flexibilizar y simplificar los planes de gestión forestal, eliminando las autorizaciones de tala de poca capacidad.
10-Eliminar la renovación del registro de transporte de animales vivos.
11-Que los funcionarios del DAACC hagan servicio público de asesoría y gestión.
El objetivo último del documento que han creado es poder cambiar alguna cosa.
Fuente:
Ramaderes de Catalunya (imágenes también cedidas)
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