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Publicada una revisión de la Directiva de Emisiones Industriales de 2010 por la Comisión Europea, en la que se multiplica por 10 el número de granjas que serán denominadas como instalaciones agroindustriales
La Directiva sobre emisiones industriales, que entró en vigor en 2010, ha demostrado ser muy costosa para los ganaderos, por lo que extenderla a la mayoría de las explotaciones influirá drásticamente en muchas explotaciones familiares. Tendría consecuencias profundas para el sector, las zonas rurales y las familias de agricultores. Esta revisión obligaría a miles de explotaciones ganaderas familiares a cumplir con un protocolo de emisiones diseñado principalmente para grandes empresas.
La Directiva de Emisiones Industriales de 2010 por la Comisión Europea (CE), repercutía en las explotaciones de mayor tamaño. La CE ha decidido ampliar el alcance a las granjas de vacuno, y rebajar los umbrales referentes a los sectores de porcino y avícola. En concreto, la Comisión tiene la intención de incluir a las explotaciones ganaderas de porcino, aves de corral y vacuno que superen las 150 unidades de ganado. Según esta clasificación de la Comisión Europea, numerosas granjas familiares quedarían sujetas a esta directiva, y se considerarán por tanto, instalaciones de ganadería industrial.
«Para 2050, la actividad económica en la Unión Europea ya no debería contaminar nuestro aire, agua y el medioambiente en general» responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans.
La Comisión Europea focaliza el problema de las emisiones en el sector ganadero, afirmando que el 70% de estas, proceden de la ganadería y que el 68% de las tierras agrícolas en la UE, están destinadas a la producción animal. Dentro del Pacto Verde Europeo y de uno de sus documentos esenciales, el de la Estrategia De la granja a la mesa, se pretende reducir el impacto medioambiental y climático gracias al desarrollo de una producción ganadera, que mejore el bienestar de los animales y reduzca la huella ambiental.
Con el fin de cumplir los compromisos nacionales de reducción de emisiones y evitar las sanciones de Bruselas, el Gobierno español aprobó en 2019 el Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica, que fijaba objetivos y medidas para los distintos sectores. Un plan diseñado para el horizonte 2020-2030. España es el país de la UE que más se desvía de los objetivos fijados en el Protocolo de Gotemburgo, superando un 47% los valores de emisiones. Nuestro país también se encuentra muy por detrás de la evolución comunitaria en la minoración de las emisiones de amoniaco a la atmósfera.
Bruselas hace hincapié en los valores de los pastos permanentes tanto como reservorio de biodiversidad como sumidero para la captura de carbono. En España el 30% de los pastizales tiene un estado de conservación desfavorable, y solo el 15% estaba en un estado favorable en 2012. Estos porcentajes son valores promedio, explicando que las áreas más favorables se encuentran en el norte del país, mientras que la dehesa de España se indica como desfavorable. El número total de ganaderías disminuyó entre 2005 y 2016 en España de 1.080.000 a 945.000 aproximadamente. El tamaño promedio de las explotaciones se mantuvo estable entre 24 y 25 hectáreas en los mismos años, pero en conjunto el área agrícola total disminuyó en este tiempo de 25,7 millones de hectáreas en 2005, a 23,7 millones de hectáreas en 2016.
La evaluación y revisión de la legislación vigente en materia de bienestar animal, así como la relativa al transporte y al sacrificio de animales; la propuesta de revisión del Reglamento de aditivos para piensos a fin de reducir el impacto medioambiental de la ganadería; y la iniciativa de la UE sobre la captura de carbono en suelos agrícolas, forman parte también del Plan de Acción de la Estrategia De la granja a la mesa. Además, para desarrollar el Pacto Verde y la Estrategia De la granja a la mesa, la UE aprobó en 2021 una legislación más restrictiva en materia de uso de antibióticos, pesticidas y fertilizantes químicos. En la Unión Europea la resistencia a los antibióticos provoca la muerte de 33.000 personas cada año. Las predicciones apuntan que en 2050 morirá más gente por resistencias bacterianas que por cáncer.
Los ganaderos continúan haciendo frente a diversas crisis que no paran de encadenarse. Realizan un gran esfuerzo por adaptar sus prácticas frente a una incontable cantidad de problemas que este 2022 no paran de crecer. Un sector que no para de combinar de la mejor manera posible la productividad, con el respeto del medio ambiente.
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