La calidad y seguridad alimentarias, excelencia reconocida a la industria cárnica española

Las 2.800 industrias que componen este sector trabajan bajo estrictas normativas, que son consideradas las más exigentes del mundo, en todas las fases de producción. Su propósito es preservar la seguridad alimentaria y garantizar así el bienestar y la tranquilidad de los consumidores de todo el mundo.

Las adecuadas prácticas de higiene son un ejemplo notable en todas las fases de producción. Por otra parte, se efectúan estrictos controles de la cadena de frío para preservar la calidad y seguridad de la carne durante el transporte. Se aplican programas de control de calidad para garantizar que todos los productos cumplen las normas establecidas, y se establece una trazabilidad eficaz para seguir el rastro de la carne desde su origen hasta su destino. También se imparte formación a todos los implicados en la producción y manipulación de la carne, y existe una supervisión oficial.

CE carne

Como complemento a estas medidas, las industrias cárnicas utilizan estrictos sistemas de autocontrol que contribuyen a garantizar la seguridad alimentaria. Esto da a los consumidores la confianza y la seguridad necesarias para elegir sus productos cárnicos con la certeza de que todos los alimentos disponibles en el mercado cumplen las normas más estrictas de higiene y calidad.

La entrada en vigor del Reglamento 178/2002 estableció en la Unión Europea los principios y requisitos generales de la legislación alimentaria, con el objetivo de garantizar la protección de la salud y los derechos de los consumidores. Este marco normativo se reforzó en 2004 con el Paquete de Higiene Alimentaria, que introdujo el concepto de «cultura de la seguridad alimentaria».

La importancia de la industria cárnica se refleja en proyectos concretos en este ámbito. Por ejemplo, ANICE mantiene un convenio con el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), que permite a la asociación y a sus empresas contar con asesoramiento científico-técnico en proyectos de innovación de interés sectorial, con el objetivo de aumentar el conocimiento y mejorar la seguridad alimentaria de la carne y sus derivados.

Efectivamente, en los pasados diez años, nuestra industria ha escalado posiciones en el mercado internacional de la carne y los productos cárnicos, afianzando su papel como una potencia exportadora de prestigio y ampliando su presencia comercial en numerosos países de todo el mundo.