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Las bacterias Salmonella y Campylobacter continúan manteniendo una resistencia elevada según los datos recogidos en un informe emitido por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CEPCE), y por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA)
El informe presentado ofrece una visión general de los principales resultados del seguimiento coordinado de la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) en 2019-2020, en las principales poblaciones de producción animal (muestras realizadas de carne canal), y en seres humanos.
El seguimiento realizado en 2019 se centró específicamente en la carne canal de cerdos de engorde y terneros menores de 1 año. La investigación de 2020 se centró particularmente en las aves de corral y su canal.
El rastreo y la notificación RAM, incluyeron datos relativos aislados de Salmonella, Campylobacter e indicador de E. coli, así como datos obtenidos del seguimiento específico de casos aislados de E. coli productores de ESBL-/AmpC-/carbapenemasas. El informe recoge los datos de seguimiento obtenidos de cerdos, terneros, pavos y pollos de engorde en sus muestras en canal, así como muestras en seres humanos, comparando los datos a nivel de la Unión Europea.
La resistencia al carbapenemo sigue siendo poco frecuente en E. coli y Salmonella procedentes de animales productores de alimentos. La campilobacteriosis fue la zoonosis más notificada en la UE en 2020, por lo que fue la mayor causa de enfermedad de origen alimentario. La bacteria Campylobacter en humanos sigue mostrando una resistencia muy elevada a la ciprofloxacina, del grupo de antibióticos fluoroquinolona.
En el grupo de los Estados Miembros de la Unión Europea (EM), incluyendo Reino Unido, la resistencia a la ampicilina, el sulfametoxazol, la trimetoprima y la tetraciclina, fue común en E. coli indicador y notificada por la mayoría de los EM, en niveles «altos» o «muy altos» en cerdos y terneros en 2019, y en pollos de engorde y pavos en 2020.
Aunque existen crecientes tendencias de resistencia a ciertos tipos de antibióticos, se ha demostrado que tanto en seres humanos como en animales de producción, la resistencia armonizada de dos antibióticos indispensables sigue siendo baja para E. coli, Salmonella y Campylobacter.
También cabe destacar una latente diferencia espacial en los niveles de resistencia a la mayoría de los antimicrobianos, así como en la aparición de Resistencia a Múltiples Fármacos (MDR), la susceptibilidad completa (SC), y para el Indicador de Resultado de Susceptibilidad Completa (KOICS). La situación para cerdos es en más favorable en el norte, que en el sur y el este de Europa. Sin embargo, la escasa comunicación de datos sobre terneros impide sacar conclusiones válidas sobre las diferencias espaciales. En el caso de los terneros, la perspectiva es más compleja. La situación más favorable fue notificada por los países Noruega y Dinamarca. Seguidamente los países del sur; Portugal y Croacia, y del centro de Europa; Suiza, también notificaron situaciones favorables en comparación con sus países vecinos.
En varios países parece haber tendencias a la reducción de la resistencia en los indicadores de E. coli, en especial en las aves. Las tendencias positivas en varios países probablemente sean debido a la deducción general de las ventas de antimicrobianos para uso en animales desde 2011. Cabe señalar que en algunos países, los niveles de resistencia a los antimicrobianos individuales, la susceptibilidad completa y la KOICS, son estables en niveles bajos y no aspiran a grandes cambios.
No hubo grandes diferencias en los grupos de los Estados miembros de la UE, en los niveles de resistencia a la gentamicina, la cefotaxima, la ceftazidima, el meropenem, la tigeciclina, la azitromicina y la colistina. Algunos países notificaron niveles considerablemente más altos para ciertos antimicrobianos. La media de los niveles fue «rara», «muy baja» o «baja» en las cuatro categorías animales. De igual forma, en el caso del sulfametoxazol y el trimetoprim no existieron notables diferencias y los niveles medios fueron «altos», excepto en el caso de los terneros, donde el nivel medio de resistencia al trimetoprim fue «moderado».
Para algunos Estados miembros no existen datos de Salmonella, ya que no obtuvieron ningún aislado positivo de esta a partir de las canales y los orígenes de los animales. El número de países que comunicaron resultados de canales de cerdo fue considerablemente mayor que el de canales de ternera. Esto se debe a que el tamaño de los sectores de la ternera es determinantemente pequeño en algunos Estados miembros de la UE, con niveles de producción inferiores al límite que se exige para la vigilancia obligatoria. Además, el número de aislados notificados por los países varió debido a la diferente prevalencia de Salmonella, y estos factores pueden introducir una fuente de variación en los resultados cuando se consideran todos los países que notifican.
El desarrollo de la resistencia puede ser desencadenado por diferentes factores, como el uso inadecuado de antimicrobianos tanto en medicina humana como en veterinaria, así como las malas condiciones en las prácticas higiénicas o en la cadena alimentaria, que facilitan la transmisión de microorganismos resistentes.
Entre las Salmonella spp. recuperadas de hisopos de canales de cerdos y terneros en 2019, los niveles más altos de resistencia se observaron a la ampicilina, el sulfametoxazol y la tetraciclina. Se registraron niveles entre altos y extremadamente altos de resistencia a estos antimicrobianos en canales de cerdos. Entre los aislados de canales de ternero la resistencia a estos compuestos generalmente fluctuó entre «alta» y «muy alta».
Entre los aislados de Salmonella recuperados en canales de terneros, los niveles de resistencia global fueron en su mayoría inferiores a los observados en canales de cerdo, con la excepción de la resistencia a la tigeciclina y a la colistina (3,3% y 17,6%, respectivamente), que fueron superiores a los valores registrados en canales de cerdo (0,9% y 1,8%, respectivamente); en cambio, el número total de aislados de canales de terneros fue considerablemente inferior al de canales de cerdo.
En general, la resistencia a la colistina se notificó en niveles «muy bajos» o «bajos» entre los aislados de canales de cerdos ( 1,8%), mientras que se observó un nivel «moderado» entre los aislados de canales de terneros (17,6%). A excepción de las canales de ternero, donde los países informaron de la resistencia a este antimicrobiano entre los aislados de los otros orígenes de las canales, se observaron generalmente, con algunas excepciones, niveles «muy bajos» o «bajos». En las canales de cerdo, se observó un nivel «moderado» de resistencia en Portugal (17,6%), así como un nivel «alto» en Reino Unido (22,2%). La contribución de diferentes serovares puede influir en estos resultados, debido a la aparición de un grado de resistencia intrínseca a la colistina en los aislados de Salmonella de uno de los grupos.
Cabe destacar que los niveles de resistencia a algunos antimicrobianos fueron más altos en las aves, que en los cerdos y los terneros. Por otro lado, los niveles medios de resistencia a la ampicilina eran «altos» en los cerdos y los terneros. Del mismo modo, los niveles medios de resistencia a la ciprofloxacina y al ácido nalidíxico fueron «bajos» o «moderados» en los terneros y los cerdos.
Los niveles medios de resistencia al cloranfenicol fueron «moderados» en los cerdos y terneros. Los niveles medios de resistencia a la tetraciclina fueron «altos» en terneros y cerdos. Los datos sobre la aparición de MDR aislados, indican que los cerdos y terneros tienen una menor resistencia, mientras que fue más común en los aislados de aves de corral.
Las diferencias observadas entre las especies animales reflejan probablemente una diferencia en la cantidad de antimicrobianos utilizados en las distintas categorías de animales, pero posiblemente también el modo de administración de estos. Mientras que los terneros y los cerdos en muchos países se tratan principalmente de forma individual, en las aves se suele practicar casi exclusivamente el tratamiento en manada.
En 2020, ningún ganado fue sometido a pruebas de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM). Sin embargo, en Dinamarca en 2019 el 1,5% de los rebaños lecheros y el 9,6% de los rebaños de terneros de carne, fueron positivos para el SARM. Po otro lado, en Alemania el 28 de 366 muestras de leche cruda (7,7%) fueron positivas para SARM, lo que indica una tasa más alta de granjas positivas que en Dinamarca. Generalmente se ha informado de una mayor presencia de SARM en los terneros que en las vacas lecheras.
Un hecho que cabe destacar es que en más de la mitad de los países de la Unión Europea, se ha advertido una inclinación a la baja relevante en la prevalencia de E. coli, productoras de β-lactamasas de espectro extendido (BLEE) en animales de producción. La importancia de este hallazgo es relevante, ya que existen cepas de E. coli creadoras de BLEE, que producen infecciones peligrosas en los seres humanos.
Fuente: Estudio EFSA resistencia a los antibióticos
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