Latinoamérica
Europa
En plena Mancha dos jóvenes crean una ganadería con sangre Torrestrella
Hoy en día, pocos jóvenes se plantearían convertirse en un criador valiente porque empezar un proyecto de esta envergadura desde cero es extremadamente difícil. Pero ese no fue el caso de Santiago Barrero y Vanesa Gordillo, de 29 años, quienes iniciaron este difícil pero a la vez ilusionante y satisfactorio proyecto sin pensarlo dos veces.
Gran pasión desde pequeños
Santiago siempre ha estado profundamente enamorado de este toro bravo y desde pequeño supo que su vida era el campo y apostar por este animal era su gran pasión. Entonces, cuando tuvo la oportunidad, asumió la responsabilidad y emprendió un camino que sólo el tiempo dirá si tuvo éxito o no. “Son 40 vacas de mi abuelo, Antonio San Román, y un semental que curiosamente lo criamos a biberón. Tengo amistad con Morenito de Aranda y se lo echamos de cinqueño y nos sorprendió a todos. Después de dejarse tocar, embistió como ninguno y se indultó”.
Uno de los novillos y, a la derecha, los ganaderos. © Pablo Ramos
Sus inicios
La ganadería pasta en el término municipal de Villamanrique (Ciudad Real): “Estamos adaptándonos a esta zona. Antes estábamos en Ávila, y esta zona no es mala, pero hay mucha caza. Si se te cuelan de otras fincas, es una putada porque se pueden enfermar de tuberculosis. Hay que llevarlo con cuidado” comentaba un emocionado Santiago Barreiro.
“Yo salí de estudiar y no quería hacer otra cosa que fuese vivir en el campo. Cuando eras pequeño, eso era como irte de excursión a la finca de tu abuelo. Ahora tengo que dedicarme con cabeza a esto, porque tengo una niña y su futuro depende de que sea capaz de equilibrar la viabilidad del proyecto con mi amor por la ganadería”. No hay duda de que esta decisión cambió su vida y la de su familia, quienes lo apoyaron durante todo el camino que decidió emprender.
“Mi meta son 70 vacas, pero en una finca que sea mía. Actualmente estamos arrendando una, no es muy grande, pero de momento da para el ganado que tenemos aquí”. Por eso, una explotación ganadera que está tomando medidas para intentar entrar en el mercado competitivo. “Para el año que viene sí que dejaré dos novilladas con caballos y algún toro que me ha sobrado de este año”, cuenta Santiago Barrero.
Una ganadería con sangre Torrestrella, una de las casas ganaderas más importantes del campo bravo español, un lugar donde Antonio San Román acudió hace años para formar su vacada esa que formaría don Álvaro Domecq en 1956 al adquirir machos y hembras de don Francisco Chica, procedentes de Veragua e Ibarra, y así mismo hembras de don Carlos Núñez. Actualmente tiene sangre de Curro Chica, Carlos Núñez y “Jandilla”, teniendo un 3% de sangre de Veragua.
