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AUTOR

Ana García Galán

Grupo de Investigación Sanidad de Rumiantes, Dpto. Sanidad Animal, Fac. Vet. UMU, Campus Regional de Excelencia Internacional Mare Nostrum

Ángel García Muñoz

Grupo de Investigación ProVaginBio (Agentes Microbiológicos asociados a la Reproducción), Fac. Vet., CEU-UCH, Valencia Dpto. Sanidad Animal y Salud Pública, CEU-UCH, Valencia

Ángel Gómez Martín

Grupo de Investigación ProVaginBio (Agentes Microbiológicos asociados a la Reproducción), Dpto. Sanidad Animal y Salud Pública, CEU-UCH, Valencia

Antonio Contreras

Grupo de Investigación Sanidad de Rumiantes, Dpto. Sanidad Animal, Fac. Vet. UMU, Campus Regional de Excelencia Internacional Mare Nostrum

Antonio Sánchez

Grupo de Investigación Sanidad de Rumiantes, Dpto. Sanidad Animal, Fac. Vet. UMU, Campus Regional de Excelencia Internacional Mare Nostrum

Christian de la Fe

Grupo de Investigación Sanidad de Rumiantes, Departamento de Sanidad Animal, Facultad de Veterinaria, Universidad de Murcia, Campus Regional de Excelencia Internacional Mare Nostrum

Christine Citti

Unité mixte de recherche IHAP, Ecole Nationale Vétérinaire de Toulouse, INRAE, Université de Toulouse

Edgar García Romero

Grupo de Investigación Sanidad de Rumiantes, Dpto. Sanidad Animal, Fac. Vet. UMU, Campus Regional de Excelencia Internacional Mare Nostrum

Eric Baranowski

Unité mixte de recherche IHAP, Ecole Nationale Vétérinaire de Toulouse, INRAE, Université de Toulouse

Juan Alcázar

Responsable técnico veterinario de rumiantes CARGILL S.L.

Juan Carlos Corrales

Grupo de Investigación Sanidad de Rumiantes, Departamento de Sanidad Animal, Facultad de Veterinaria, Universidad de Murcia. Campus Regional de Excelencia Internacional Mare Nostrum.

Laurent-Xavier Nouvel

Unité mixte de recherche IHAP, Ecole Nationale Vétérinaire de Toulouse, INRAE, Université de Toulouse

Xóchitl Hernández

Grupo de Investigación Sanidad de Rumiantes, Dpto. Sanidad Animal, Fac. Vet. UMU, Campus Regional de Excelencia Internacional Mare Nostrum

Mycoplasma bovis es un importante patógeno que afecta al ganado bovino responsable de cuantiosas pérdidas económicas en ganaderías de todo el mundo. Principalmente, se asocia con neumonía, mastitis y artritis, y participa en el Síndrome Respiratorio Bovino (SRB) junto a otros microorganismos.

En ausencia de una vacuna eficaz, el control de la infección por M. bovis se basa primordialmente en el uso de tratamientos antimicrobianos. Sin embargo, se ha constatado el incremento paulatino de la resistencia a los mismos y la circulación de cepas multirresistentes.

Algunos estudios internacionales han caracterizado cepas de M. bovis y evaluado su sensibilidad antimicrobiana, incluyendo cepas aisladas en España. No obstante, estos trabajos solo consideran aislamientos puntuales procedentes de animales con sintomatología y no aportan información de los antecedentes epidemiológicos específicos de cada cepa.

La difusión de la infección entre las diferentes zonas y rebaños está asociada al movimiento de animales sin control sanitario en relación a esta enfermedad.

En este sentido, la diversa procedencia de los animales utilizados en el cebo de terneros facilita el trasiego de portadores desde las explotaciones de origen a los cebaderos.

En algunos casos, los animales se trasladan a explotaciones intermedias donde se mezclan con individuos de distinta procedencia, raza o estatus sanitario, y posteriormente son distribuidos en lotes a los cebaderos.

La transmisión continua de este patógeno se ve facilitada por algunos factores:

  • Presencia de portadores asintomáticos que eliminan el microorganismo tras el estrés asociado al traslado desde su explotación de origen hasta el cebadero
  • Alta contagiosidad del microorganismo
  • Deficientes medidas de cuarentena, limpieza y desinfección, característico de numerosos cebaderos

El flujo de animales no es exclusivo dentro del ámbito nacional ya que muchos de los terneros que llegan a los cebaderos proceden de países comunitarios como Francia, Irlanda o Alemania. Todo esto puede implicar el contacto de cepas de M. bovis de diferente origen y características.

En este contexto, y con el objetivo de evaluar la circulación de M. bovis en las ganaderías españolas, se recogieron 436 muestras (hisopos nasales, auriculares, conjuntivales, tejido pulmonar, líquido sinovial y muestras de leche con mastitis), procedentes de colectivos bovinos de cebo y de leche, situados en diversas áreas del país.

Se realizó un procedimiento específico para la detección de micoplasmas y en los casos positivos se procedió a:

  1. Identificación de M. bovis mediante PCR específica
  2. Tipaje de los aislamientos mediante secuenciación parcial del gen polC
  3. Estudio de la sensibilidad de los aislamientos a antimicrobianos aprobados para el tratamiento del Síndrome Respiratorio Bovino y/o mastitis en España, como macrólidos, fluoroquinolonas (FLQ), lincosamidas y tetraciclinas
  4. Determinación de la presencia de mutaciones genéticas que confieren resistencia antimicrobiana en una selección de aislamientos representativos de cada subtipo (ST).

CEPAS DE MYCOPLASMA BOVIS CIRCULANTES EN ESPAÑA

De las 436 muestras analizadas – hisopos nasales (Figura 2) y leche principalmente – se detectó la presencia de micoplasmas en un 28% de ellas (n=165), de las cuales 122 fueron positivas a M. bovis.




 
 

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Revista rumiNews Septiembre 2024

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