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06 Jun 2023

La carne cultivada deja más huella de carbono que la de origen animal

La huella de carbono de la carne obtenida mediante cultivo celular es superior a la obtenida con métodos tradicionales

Un nuevo estudio elaborado por la Universidad de California ha evidenciado que la huella de carbono de la carne obtenida mediante cultivo celular es superior a la obtenida con métodos tradicionales de producción animal si se amplían los actuales métodos de producción, ya que actualmente el consumo de energía es muy elevado.

Los científicos incluso se plantean si la carne cultivada puede ser una alternativa a la carne realmente asequible y respetuosa con el medio ambiente. No obstante, la investigación aún no ha sido revisada ni evaluada por otros científicos.

La carne de cultivo se obtiene cultivando tejido muscular a partir de células madre. Esto se hace en biorreactores utilizando más o menos la misma técnica y procedimiento con que se producen las vacunas. Pero ese proceso requiere mucha energía. Las células madre se cultivan en estos biorreactores en un caldo rico en nutrientes. Se presenta como una alternativa más respetuosa con los animales y el medio ambiente que la carne tradicional, porque utiliza menos tierra, piensos, agua y antibióticos que la ganadería y elimina la necesidad de criar y sacrificar animales.

Sin embargo, investigadores de la Universidad de California han estudiado si la carne de cultivo es realmente una alternativa más respetuosa con el medio ambiente. Su conclusión: la carne producida a partir de células cultivadas podría ser hasta 25 veces más perjudicial para el clima que la carne de vacuno normal, a menos que los científicos que desarrollan la carne cultivada encuentren la forma de cambiar el proceso, que consume mucha energía.

Los científicos estudiaron la huella de carbono de los distintos métodos de producción de carne de cultivo (basados en pruebas de laboratorio) a partir del llamado análisis del ciclo de vida (ACV) y obtuvieron un rango de 19,2 a 1.508 kilogramos de CO2 equivalente para la carne de cultivo. Esta cifra es muy superior a la huella mínima declarada para la carne de vacuno, de 9,6 kilogramos de CO2 equivalente. Pero esto se basa en el hecho de que las células cultivadas aún no han sido purificadas.

La huella de toda la carne cultivada purificada incluso varió de 246 a 1508 kilogramos de CO2 equivalente por kilogramo de carne cultivada, lo que es de 4 a 25 veces superior a la huella de carbono global media de la carne de vacuno de 60 kilogramos de CO2 equivalente. En el caso del pollo, es entre 100 y 750 veces superior (2 kilogramos de CO2 equivalente de media por kilogramo de pollo). En el caso de la carne de cerdo (4,5 kilogramos de CO2 equivalente por kilogramo de carne de cerdo) esta cifra es entre 55 y 335 veces.

Los investigadores afirman: «Dados los estrictos requisitos de pureza de los componentes del medio para el cultivo de células animales, los escenarios de alta purificación como medio de crecimiento representan probablemente el impacto medioambiental más exacto de la producción de carne de cultivo.»

La huella de la carne de cultivo no incluye el almacenamiento, el transporte y otros impactos ambientales. Incluir estos procesos posteriores a la producción podría aumentar aún más la huella de la carne de cultivo, según los investigadores. Además, creen que es probable que la carne de cultivo requiera más recursos que la mayoría de los sistemas de producción de carne.

 

 





 
 

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