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La distribución de ganado bovino por el territorio de Panamá fue a través de la región del Darién, donde no lograron una buena adaptación. Las condiciones fueron más favorables en las ciudades de Panamá, Natá y en Remedios (actualmente la provincia costarricense de Guanacaste, también Chiapas y hacia el Sur de Perú) (Cortés, 2002; Castro, 2006).
Es probable que la influencia de Pedrarias Dávila haya sido determinante, ya que fue el primero en traer ganado a Panamá, y posteriormente fue nombrado Gobernador de Nicaragua, promoviendo su cría.
Una vez establecidas en tierra firme las poblaciones de ganado bovino, Panamá se estableció como puente de migración de bovinos hacia el resto de regiones.
Hacia finales del siglo XVI, la población de ganado bovino alcanza 150.000 animales entre las ciudades de Natá y Panamá (Cortés, 2002).
En 1589, colapsa el «Real Minas de la Concepción», un centro de desarrollo minero muy importante en la región, localizado en Veragua e independiente económicamente de la región de tránsito en Panamá. La población de estas zonas comienza a migrar al desaparecer el asentamiento minero hacia otras zonas (Santa Fé, Remedios, Montijo y Alanje). Esto provoca el descenso de la cantidad de ganado que se desplazaba a la región, además de crear tensiones entre la ciudad y el campo (Torres, 1981).
Los ganaderos de Natá y regiones cercanas, tratan de colocar su carne en los mercados de las ciudades sin conseguirlo. Paradójicamente, la sobrepoblación ganadera y la posición de los productores de Panamá culminó con la quiebra del sistema productivo, generándose una crisis acompañada de un incremento en el precio de la carne.
La arroba de carne de vaca pasó a costar 2 reales y medio, en vez de 1 real y medio; la arroba de ternera pasó de 3 reales a 5.
La crisis ganadera queda registrada en un documento de 1591, de manos del Procurador General de Panamá, Andrés Perez de Salinas.
En el documento se hace referencia a que los ganaderos de las ciudades se ponen de acuerdo para monopolizar la producción y distribución de la carne bovina, comprando todos los hatos bovinos del distrito y parte del de Natá. El objetivo era sacrificar una gran cantidad de reses de Panamá y Nombre de Dios para disminuir el tamaño de la cabaña y disparar los precios.
Además, fue dictada una ordenanza que obstaculizaba la venta de animales en la capital por parte de los vecinos de Natá y Los Santos, lo que les llevó a vender los animales a precios muy bajos.
El acaparamiento de los hatos supuso también la apropiación indebida de tierras comunales y el perjuicio de los pequeños ganaderos. Toda esta situación provocó el empobrecimiento de la ganaderia: en pocos años, de 80.000 reses en Panamá no quedaron más que 24.000 (Torres, 1981; Jaén, 1981).
Esta crisis ganadera duró aproximadamente 17 años, ya que Panamá, Natá y Los Santos, en 1602 no alcanzaban las 88.000 cabezas de ganado de antaño. En 1650, Natá todavía no había recuperado su población bovina anterior.
» (…) en las márgenes del Caimito y más allá hacia Occidente, hasta Chame, se van de-sarrollando progresivamente haciendas ganaderas que son atendidas por negros esclavos, mientras sus propietarios resi-den en la ciudad de Panamá. Esto explica, por qué en los inicios de siglo XVII (1609) existían seis hatos con una totalidad de 4000 reses en la región caimiteña; en Perequeté, dos hatos con 3000 reses en Capira, dos hatos con 3000 reses y en Chame, de cuatro a seis hatos con 9500 reses » (Guzmán Navarro, 2006).
El desarrollo de la ganadería fue impresionante, sin embargo, el progreso no fue homogéneo en todas las regiones.
Al final de siglo, la población de Remedios decreció, contando entonces con sólo 4.400 cabezas (poco más de la mitad de lo existente en 1609). Alanje, por otra parte, se señaló como zona ganadera por excelencia (en 1650 la población de ganado bovino ascendió a 20.000) (Castillero, 1967).
Entre 1690 y 1700 se producen las primeras adjudicaciones de títulos. Tres hatos ganaderos tendrán tierras legalmente constituidas.
Es destacable el caso de Rodrigo de Betancourt, comisario real y personaje de la sociedad del Istmo. Era propietario de Los LLanos del Chirú, de 30.000 hectáreas.
Antonio de Echevers y Subiza era considerado el más conspicuo de los terratenientes del Istmo, y probablemente el hombre más rico e influyente en la Panamá colonial (Castro, 2003 y 2006).
En 1790, la población de bovinos era de 83.000 cabezas. En 1970 alcanza 1.403.440 cabezas y actualmente existen más de 1,5 millones de animales (Jaén, 1981).
CONCLUSIONES
Como conclusión de la información aportada, se plantea la hipótesis histórica de que el bovino Criollo de Panamá es originario de la isla de Santiago (Jamaica), promovido por Pedrarias de Ávila en 1521 y cuya influencia es ejercida por toda Centro América y parte de México. Los mismos planteles bovinos que llegaron a Panamá tienen influencia sobre los bovinos criollos de Perú y Ecuador.
Por otro lado, los bovinos Criollos de Colombia, Venezuela y de la vertiente del Atlántico sur, se originaron a partir del ganado vacuno traído por Rodrigo de Bastidas en 1525, desde la Española.
A partir de otra investigación genética realizada en 2012, se extraen las siguientes conclusiones:
Fuente: scielo.br , «Relaciones entre los bovinos criollos panameños y algunas razas criollas de Latinoamérica» Axel Villalobos-Cortés; Amparo Martínez; José Luis Vega-Pla; Vincenzo Landi; Jorge Quiroz; Rubén Martínez; Roberto Martínez López; Phil Sponenberg; Eileen Armstrong; Delsito Zambrano; Jose Ribamar Marques; Juan Vicente Delgado, «Historia de los bovinos en Panamá y su relación con las poblaciones bovinas de iberoamérica», Villalobos-Cortés, A., A.M.Martínezy J.V. Delgado.
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