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07 Feb 2023

Restringida el agua de uso ganadero en Cataluña

La situación de alerta en Cataluña por la sequía ha obligado a tomar medidas como reducir el agua de uso ganadero y agrícola


  • El agua almacenada alcanza el 28,58% de media, un dato relevante ya que hace un año por estas mismas fechas, disponían de casi al doble: el 55,99%.
  • La alerta por sequía afecta al 80% de la población. 

La capacidad total de los embalses es de unos 700 hm3. Y en situación de normalidad, Cataluña consume 1hm3 diario de agua.

El decreto de alerta hidrológica obliga a reducir el agua para riego agrícola (25%), para usos ganaderos (10%), para usos industriales (5%), para usos recreativos que impliquen riego (30%) y otros usos recreativos (5%).

Comparativa porcentaje agua de los embalses a 1 de enero 2023 y 1 de enero 2022

Embalse 2023 2022
Siurana (Cornudella de Montsant)  7,80% 30,70%
La Llosa del Cavall 
27,40% 58,20%
Susqueda
41,40% 76,40%
Sau (Vilanova de Sau)
19,20% 43,90%
Riudecanyes
10,50% 26,50%
Foix (Castellet i la Gornal) 
72,70% 96,70%
Darnius Boadella (Darnius) 
31,80% 41,70%
Sant Ponç (Clariana de Cardener) 
46,00% 83,90%
La Baells (Cercs)  28,50%  60%
Última actualización del informe del estado de los embalses de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA).
En el mismo se constata la preocupante sequía, ya que su capacidad continúa en retroceso y cae por debajo del 30% que tenían hace tan solo un par de semanas.

Un frente de frío ártico, acompañado de lluvia, viento y fuerte oleaje llega a Cataluña, donde esperan que ayude a combatir el malestar ganadero y agrícola. Las temperaturas mínimas se desplomarán, y la máximas descenderán entre 8 y 12 grados. La inestabilidad continuará como mínimo hasta el viernes.

El jueves se espera que otra tanda de lluvias barra Cataluña, con precipitaciones que pueden dejar entre 30 y 50 litros por metro cuadrado, insuficientes para paliar la sequía de los pantanos catalanes, aunque supondría una tregua para el campo catalán.

Las dos desalinizadoras catalanas, la del Llobregat (El Prat) y la de Tordera (Blanes), funcionan al 100% de su capacidad desde hace seis meses. Ambas plantas abastecen de agua potable el área metropolitana de Barcelona, y es la primera vez en su historia que funcionan a pleno rendimiento durante un periodo de tan prolongado.

Se han establecido limitaciones particulares para determinados usos urbanos que deben cumplir todos los municipios, como las limitaciones en el riego de jardines y zonas verdes, la prohibición de llenado de fuentes ornamentales, la prohibición a particulares de la limpieza de calles con agua de red, las limitaciones en el llenado de piscinas y la restricción de limpieza de vehículos, entre otros.

El decreto de alerta hidrológica también define una cifra para el consumo global de agua para abastecimiento a un máximo de 250 litros por habitante y día.

Además del sistema Ter-Llobregat, continúan en alerta los acuíferos de Carme-Capellades y el Fluvià-Muga, la cabecera del Ter, el Llobregat Mitjà, el Anoia-Gaià, el Empordà, la Cordillera Transversal, Banyoles y Prades-Llaberia, que comprende el suministro de agua a 27 comarcas catalanas.

En estos momentos, en la localidad de Sant Joan Despí existe una estación de tratamiento y potabilización de agua que recoge las aguas residuales, las somete a un tratamiento y, una vez ‘limpiadas’ y depuradas, las devuelve al río Llobregat. El pasado diciembre, este proceso aportaba unos 0,2 metros cúbicos al segundo. Actualmente, ya se generan cerca de 0,6 metros cúbicos al segundo. En las próximas semanas, según prevé el plan presentado ahora, se espera que la aportación de aguas regeneradas llegue hasta los 0,8 metros cúbicos.




 
 

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