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El 90 % de los veterinarios prefiere los animales de compañía, es por esto que se necesitan profesionales para las explotaciones. Las clínicas son una de las facetas más demandadas por muchos de los recién salidos de las facultades
Las consecuencias reportadas de este problema afectan a veterinarios, animales y ganaderos por igual. Esto obstaculiza el desarrollo económico de las zonas rurales, pues el aumento de la carga de trabajo de los veterinarios que sí trabajan en ello, tiende a provocar problemas de agotamiento y retención.
El sector agrario es muy importante en España ya que es un país de gran tradición en este campo. La sanidad animal en las explotaciones se considera un factor imprescindible en el desarrollo de la ganadería para mantener una sanidad de calidad.
| Hay una carencia importante de motivación en los jóvenes que quieren ser veterinarios de campo, ingenieros agrícolas y agrónomos. Los nuevos veterinarios no quieren ir a las explotaciones, aunque ganen más, ya que las condiciones son más duras. |
Es fundamental cumplir con las exigencias actuales, que se centran en la calidad del producto, la seguridad alimentaria y el respeto medioambiental en la producción. Y estos factores exigen más que nunca la presencia de técnicos preparados para que el sector no se hunda. Esta realidad choca con la inexistencia de veterinarios en zonas rurales y especializados en granjas de producción, ya que desde hace 20 años existe una mayor demanda de la especialización en animales de compañía.
Las razones de la falta de profesionales veterinarios en zonas rurales son diversas: condiciones de trabajo desfavorables, dificultades para lograr la conciliación entre vida laboral y personal, peligrosidad, condiciones climatológicas y un descenso de la demanda debido a un menor número de ganaderos.
La Federación Europea de Veterinarios (FVE), advierte que las regiones rurales tienen faltas de veterinarios, debido también a las malas condiciones de trabajo o los escasos incentivos económicos.
La FVE indica que en el país existe una escasez de profesionales veterinarios en zonas rurales y remotas. Se suma que los ganaderos no tienen suficientes recursos financieros para pagar los servicios veterinarios, y los jóvenes profesionales no están dispuestos a cubrir puestos en áreas rurales o lejanas. Esto provoca una gran carga de trabajo para los veterinarios de ganado, que trabajan más en la prevención de manera masiva y que cuentan con jornadas de trabajo intensivas.
| En España hay 14 universidades en las que estudiar veterinaria. Cada año se gradúan un total de 1.500 veterinarios, cuando solo se integran en el mercado 500. |
La clínica de pequeños animales es un campo profesional muy saturado en nuestro país (solo en Madrid hay más de 1.000 clínicas ). A pesar de ello, los estudiantes señalan en un porcentaje del 77,6%, que es su campo preferido de desarrollo profesional.
El 55% de los veterinarios españoles trabaja con animales de compañía. En Europa, el porcentaje es de un 48%. Solo un 1% de los españoles están empleados en la acuicultura y un 2% a los equinos. Porcentajes que cobran sentido si se tiene en cuenta que en Europa existen 157 millones de animales de compañía.
La mayoría de veterinarios afirman que no se ven jubilándose como veterinarios de campo, ya que es un trabajo duro al cual se le suman los malos horarios, las jornadas laborales que nunca saben cuándo acaban, etc.
Por todo esto, el 9% de los veterinarios en todo el mundo afirman querer dejar la profesión por completo, siendo Portugal el país con la peor cifra, con un 17%. España está en la media, con un 10%.
El porcentaje de veterinarios que se plantea dejar la profesión o al menos lo piensa en España es elevado. Un 44% de los veterinarios españoles valora dejarlo frecuentemente o muy frecuentemente. Una cifra que se ha incrementado tras la pandemia de Covid-19. Si incluimos a los que lo piensan de vez en cuando en dejarlo, esta cifra alcanza ya el 80%.
