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17 May 2024

El Universo de La Glándula Mamaría del Vacuno Lechero

La glándula mamaria del vacuno de leche es un órgano exócrino especializado, fundamental para la producción de leche, cuya función es crucial tanto para la cría como para la industria láctea. Su estructura y funcionamiento involucran una compleja red de tejidos y células que cooperan para la síntesis, almacenamiento y excreción de la leche. Este artículo explora detalladamente la anatomía de la glándula mamaria vacuna, abordando adaptación a través del ciclo reproductivo y las influencias externas que tiene para su desempeño.

Anatomía General

Sabemos que la glándula mamaria vacuna está formada por cuatro cuartos, cada uno con una glándula independiente. Los cuartos posteriores suelen ser más grandes y producen más leche que los anteriores. Cada cuarto se subdivide en varias unidades más pequeñas llamadas lóbulos, que a su vez contienen estructuras aún más pequeñas denominadas lobulillos.

El tejido conectivo proporciona soporte estructural a la glándula mamaria. Este tejido está compuesto por la fascia superficial y profunda, así como por ligamentos suspensorios que anclan la glándula a la pared abdominal y al músculo pectoral. Los ligamentos suspensorios se dividen en el ligamento suspensorio medio y los ligamentos laterales, formando una «honda» que soporta el peso de la glándula mamaria.

El parénquima mamario está compuesto por tejido glandular especializado en la producción de leche. Este tejido incluye los alveolos, conductos galactóforos y cisternas.

El pezón, o papila mamaria, es la estructura a través de la cual la leche es excretada. Cada cuarto mamario tiene un único pezón que contiene el conducto del pezón. Este conducto está revestido por epitelio escamoso estratificado y rodeado por tejido muscular liso que ayuda a controlar la liberación de leche. En la punta del pezón, el conducto se estrecha formando el esfínter del pezón, que cuenta con una estructura llamada «roseta de Füstenberg». Esta roseta desempeña un papel importante durante la lactancia al ayudar a prevenir la entrada de contaminantes y patógenos hacia el interior de la glándula mamaria. Además, contribuye a mantener la integridad estructural del pezón y proporciona un mecanismo de cierre que evita la salida involuntaria de la leche cuando no está siendo ordeñada o succionada por el ternero.

Vascularización e Inervación

La vascularización de la glándula mamaria es crucial para proporcionar los nutrientes necesarios para la producción de leche y para la eliminación de productos de desecho. La arteria principal que irriga la glándula mamaria es la arteria pudenda externa, que se ramifica en arterias mamarias craneal y caudal. Estas arterias se subdividen en una red capilar extensa que rodea los alveolos y los conductos.

El retorno venoso se realiza a través de venas que siguen un curso paralelo a las arterias. Las principales venas involucradas son la vena subcutánea abdominal y la vena mamaria caudal, que drenan en la vena pudenda externa y en el sistema venoso general.

La inervación de la glándula mamaria está principalmente a cargo de los nervios iliohipogástrico e ilioinguinal, que proporcionan inervación sensorial y autónoma. La estimulación de los receptores nerviosos en el pezón durante la succión o el ordeño activa el reflejo neuroendocrino que regula la liberación de oxitocina desde la hipófisis posterior. La oxitocina provoca la contracción de las células mioepiteliales alrededor de los alveolos, facilitando la eyección de la leche.

El drenaje linfático es esencial para la salud mamaria, ayudando a eliminar fluidos intersticiales y a defender contra infecciones. Los vasos linfáticos de la glándula mamaria drenan hacia los nódulos linfáticos supramamarios y mamarios internos. La adecuada función del sistema linfático es crucial para prevenir mastitis y otras enfermedades mamarias.

Cambios Durante el Ciclo Reproductivo

La anatomía de la glándula mamaria vacuna cambia significativamente a lo largo del ciclo reproductivo. Durante la gestación, la glándula sufre una proliferación y diferenciación extensiva de los alveolos y conductos bajo la influencia de hormonas como el estrógeno, la progesterona y la prolactina. En el período de lactancia, los alveolos alcanzan su máxima capacidad de síntesis y secreción de leche. Tras el destete, la glándula mamaria experimenta involución, donde las estructuras alveolares se degeneran y son reabsorbidas.

Hormonas Involucradas en la Producción y Bajada de Leche

La lactación en el bovino está regulada por una serie de hormonas que interactúan para iniciar y mantener la producción de leche:

  • Prolactina: Esta hormona es esencial para el desarrollo de las células alveolares y la síntesis de leche. La prolactina es liberada por la adenohipófisis y su secreción es modulada por la dopamina y el estímulo mecánico del pezón durante la succión o el ordeño.
  • Oxitocina: Producida por la neurohipófisis, la oxitocina es fundamental para la eyección de la leche. Induce la contracción de las células mioepiteliales que rodean los alveolos, facilitando la expulsión de la leche hacia los conductos galactóforos y, finalmente, hacia el exterior durante la ordeña.
  • Estrógenos y Progesterona: Durante la gestación, los estrógenos y la progesterona desempeñan roles complementarios en la preparación de la glándula mamaria para la lactación. Los estrógenos promueven el crecimiento y la ramificación de los conductos mamarios, mientras que la progesterona facilita el desarrollo y la diferenciación de los alveolos, preparando el tejido glandular para la producción de leche postparto.

Estas hormonas no solo inician y mantienen la producción de leche, sino que también coordinan los cambios estructurales y funcionales de la glándula mamaria, asegurando una producción eficiente y adaptada a las necesidades del ternero y a las demandas de la industria lechera.

Demanda Nutricional

La producción de leche en el vacuno de leche requiere una ingesta adecuada de nutrientes específicos que actúan como precursores y reguladores en la síntesis de sus componentes. Entre estos nutrientes, los ácidos grasos volátiles (AGV), las proteínas y la glucosa juegan roles cruciales.

Ácidos Grasos Volátiles (AGV)

Los ácidos grasos volátiles, principalmente el acetato, el propionato y el butirato, son productos de la fermentación microbiana en el rumen. Cada uno de estos AGV tiene una función específica en la síntesis de componentes lácteos:

  • Acetato: Es el principal precursor lipogénico en la síntesis de ácidos grasos de cadena corta y media en la leche. El acetato es absorbido por el epitelio ruminal y transportado al hígado y a la glándula mamaria, donde es convertido en triglicéridos que forman parte de la grasa láctea.
  • Propionato: Es fundamental para la gluconeogénesis hepática, proporcionando glucosa necesaria para la síntesis de lactosa en la glándula mamaria. La lactosa, a su vez, regula el volumen de la leche producida debido a su influencia osmótica.
  • Butirato: Aunque también contribuye a la lipogénesis, su principal papel es servir como fuente de energía para los enterocitos del rumen y como precursor de los cuerpos cetónicos, que pueden ser utilizados por diversos tejidos como fuente de energía.
  • El ácido butírico es uno de los principales componentes de la mantequilla, lo que explica por qué su nombre tiene una conexión con este producto lácteo (butter).

Proteínas y Lactosa

  • Proteínas Lácteas: La síntesis de proteínas lácteas, como la caseína y las proteínas del suero, depende de la disponibilidad de aminoácidos esenciales en el torrente sanguíneo. Estos aminoácidos provienen tanto de la dieta como de la proteína microbiana producida en el rumen. La adecuada degradabilidad y el equilibrio de aminoácidos son críticos para maximizar la producción de proteínas lácteas.
  • Lactosa: La producción de lactosa en la glándula mamaria es regulada principalmente por la disponibilidad de glucosa derivada del propionato. La lactosa es el principal osmorregulador en la leche, determinando su volumen. La enzima lactosa sintasa cataliza la formación de lactosa a partir de glucosa y galactosa dentro del aparato de Golgi de las células alveolares.

Factores que Afectan la Producción y Composición de la Leche

La producción y la composición de la leche en el vacuno lechero son influidas por una serie de factores interrelacionados que incluyen aspectos genéticos, nutricionales, de manejo y ambientales.

Genética

La capacidad de producción de leche y su composición están fuertemente influenciadas por la genética del animal. Los rasgos genéticos determinan la eficiencia metabólica, la capacidad de síntesis de componentes lácteos y la resiliencia frente a enfermedades.

  • Mejoramiento Genético: A través de programas de selección y cría, se puede aumentar la eficiencia de producción de leche y mejorar la composición de la leche, enfocándose en parámetros como el contenido de grasa y proteína. La selección de animales con altas cifras de Producción Estándarizada para Leche, Grasa y Proteína (PE-LGP) ha sido una estrategia efectiva.
  • Marcadores Genéticos: El uso de marcadores genéticos y estudios de asociación del genoma completo (GWAS) ha permitido identificar genes específicos asociados con la producción y composición de la leche. Ejemplos de genes relevantes incluyen aquellos codificadores de las proteínas caseína, lactoglobulina y lactoalbúmina.

Nutrición

La nutrición adecuada es esencial para mantener una alta producción de leche y una composición óptima. Una dieta balanceada debe satisfacer los requerimientos de energía, proteína, minerales y vitaminas.

  • Energía: La energía metabolizable (EM) es un factor clave en la dieta del vacuno lechero. La energía es principalmente derivada de los carbohidratos fermentables en el rumen, como el almidón y las fibras solubles, que son convertidos en ácidos grasos volátiles. El balance energético adecuado es crucial para evitar problemas como la cetosis y para asegurar una producción constante de leche.
  • Proteína: La proteína dietética debe ser de alta calidad y adecuadamente degradable en el rumen para maximizar la producción de proteína microbiana, que es una fuente esencial de aminoácidos para la síntesis de proteínas lácteas. La fracción no degradable en el rumen (proteína bypass) también es importante para proporcionar aminoácidos esenciales directamente a la glándula mamaria.
  • Minerales y Vitaminas: Minerales como el calcio, fósforo y magnesio son esenciales para la salud ósea y la función metabólica. Las vitaminas, particularmente las vitaminas A, D y E, son vitales para la salud inmunológica y reproductiva, y tienen un impacto directo en la calidad de la leche.

Manejo y Ambiente

El manejo y las condiciones ambientales juegan un papel crucial en la producción y bienestar del ganado lechero.

  • Manejo: Prácticas de manejo efectivas incluyen una rutina de ordeño regular, procedimientos de higiene estrictos y manejo adecuado de la alimentación para evitar fluctuaciones en la ingesta de nutrientes. Un programa de manejo de la salud que incluya la prevención de enfermedades, como la mastitis, es fundamental para mantener una alta producción de leche.
  • Ambiente: Un ambiente confortable reduce el estrés y mejora la productividad. Las condiciones óptimas incluyen un alojamiento adecuado que proteja a los animales de temperaturas extremas, humedad excesiva y una ventilación adecuada para reducir el estrés térmico. Los sistemas de enfriamiento, como ventiladores y rociadores, son esenciales en climas cálidos para mantener la temperatura corporal del ganado dentro de un rango óptimo.
  • Bienestar Animal: La provisión de áreas de descanso cómodas y el acceso a áreas de pastoreo pueden mejorar significativamente el bienestar y la producción del ganado lechero. El bienestar animal se traduce en una menor incidencia de enfermedades y una mejor eficiencia productiva.

Interacciones Entre Factores

Es crucial entender que estos factores no operan de manera aislada, sino que interactúan de manera compleja. Por ejemplo, una deficiencia nutricional puede exacerbar los efectos negativos del estrés térmico, mientras que una genética robusta puede mitigar algunos efectos adversos de las condiciones subóptimas de manejo. La integración de una gestión holística que aborde todos estos aspectos es esencial para optimizar la producción y la calidad de la leche.

La producción y composición de la leche en el vacuno lechero dependen de una interacción compleja entre factores genéticos, nutricionales, de manejo y ambientales. Comprender y manejar estos factores de manera integrada es esencial para optimizar la eficiencia productiva y asegurar la calidad de la leche. El uso de tecnologías avanzadas y prácticas de manejo basadas en datos puede contribuir significativamente a la sostenibilidad y rentabilidad de la producción lechera.

 

 

 

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