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AUTOR

Dr. Hugo Estavillo DVM

Consultor y Capacitador para Latinoamérica en Buenas Prácticas Ganaderas, Trazabilidad y Bienestar Animal

La reciente pandemia encontró al mundo algo distraído, aunque desde hace ya varios años algunos profesionales venimos alertando de los riesgos sanitarios que vive, al que voy a denominar el “sistema semicerrado – mundo”.

Este análisis de la OIE debería haber sido suficiente para tomar las precauciones correspondientes hace bastante tiempo.

Varios son los factores que pueden haber incidido en esta situación, pero quiero resaltar uno que, tal vez, es de los más relevantes desde que el ser humano comenzó a producir sus propios alimentos.

Hace 10.000 años, el ser humano y sus animales de producción formaban menos del 0,1% de la biomasa de vertebrados terrestres; en 2007 componían el 98% de la biomasa.

Es más que evidente el desequilibrio en el ecosistema que provoca esta variable, pero el asunto no termina aquí, sino que el aumento de la población humana mundial sigue en ascenso (Figura 1).

Se estima que para el año 2050 seremos sobre 10.000.000.000 de habitantes en el planeta.

Actualmente, según la OIE, la humanidad se enfrenta a serios puntos críticos:

SEGURIDAD ALIMENTARIA

El desafío más relevante es lograr alimentar a la población, según la proyección estimada, por lo menos hasta el 2050.

La presión de algunos intereses comerciales y filosóficos por sustituir las proteínas de origen animal en la alimentación humana es cada vez mayor, y es responsabilidad de todos los agentes del sector ganadero contrarrestar estas tendencias ya que, definitivamente, somos la fuente más eficaz y eficiente para satisfacer las necesidades primordiales de alimentación, en combinación con otras, sin duda.

No vamos a profundizar, ya que existen multitud de trabajos que demuestran los beneficios de la proteína animal en la alimentación humana.

Sí debemos recordar que para el 2050 debemos superar en un 70% el aporte de proteínas de origen animal y, al mismo tiempo, tener en cuenta que los ganaderos pierden un 20% por enfermedades de los animales, según las estimaciones.

Por otra parte, debemos tener en cuenta la situación medioambiental, ya que la desertificación provoca que disminuyan las áreas aptas para la ganadería y agricultura.

En síntesis, el desafío de los ganaderos es producir más, con menor superficie apta para la ganadería y tratar de disminuir las pérdidas por enfermedades.

SALUD MUNDIAL

A estas alturas ya es más que evidente que el concepto “UNA SOLA SALUD (One Health)” es la visión que debemos tener los profesionales relacionados con la salud animal, humana y el medio ambiente.

En este sentido, toman relevancia la identificación y trazabilidad animal, la vigilancia epidemiológica y la gestión de puntos críticos de control.

La globalización, el aumento de la población mundial y la variación acelerada de las características de los patógenos hacen urgente mejorar las medidas de control de las enfermedades, con especial énfasis en las zoonosis.

VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA





 
 
 







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