0


AUTOR

Leyla Ríos de Álvarez

Profesora Asistente Extensión/Investigación, Department of Animal and Dairy Sciences, Mississippi State University

Uno de los problemas que causa mayores pérdidas económicas a los sistemas de producción de pequeños rumiantes son los nematodos gastrointestinales (NGI). La mayoría de estos NGI tienen un ciclo de vida directo, es decir, no tienen hospedero intermediario.

De este modo, el hospedero (ovino o caprino) presenta los nematodos adultos, que se reproducen permitiendo que las hembras excreten huevos.

En la Figura 1 se puede observar cómo los huevos de nematodos salen al medioambiente a través de las heces y, al entrar en contacto con el suelo, el calor y la humedad, se dan las condiciones perfectas para que estos eclosionen.

Al eclosionar los huevos se producen las larvas L1, que se desarrollan y mudan la cutícula, pasando a L2 dentro de las heces gracias a las condiciones medioambientales y a la presencia de bacterias que les sirven de alimento. Una segunda muda les permite desarrollarse hasta larvas L3.

Las larvas L3, aun con la cutícula y fuera de las heces, se diseminan en las pasturas y, cuando los animales pastan, se contaminan y comienza nuevamente el ciclo (Rios-de Alvarez, 2009).

El desplazamiento de las larvas L3 dependerá de:

  • Estructura del pastizal (Silva et al., 2008)
  • Precipitaciones (Santos et al., 2012)
  • Humedad del suelo (Khadijah et al., 2013)
  • Radiación solar (van Dijk et al., 2009)

Esto explica porqué las larvas L3 están presentes en mayor proporción en los estratos bajos del pastizal, así como que su supervivencia y diseminación se vean favorecidas por las precipitaciones y la baja intensidad de luz solar.

Las condiciones ambientales también afectarán la duración del ciclo de vida (de 7 a 21 días), dependiendo de si son más o menos favorables.

INDICADORES DE PARASITISMO





 
 
 







Ver otras revistas


Materias Primas